A la hora de explicar por qué existe tan alta demanda de estudios de Medicina, el presidente del Colegio de Médicos, José Antonio Herranz, explica que las profesiones sanitarias “necesitan de un grado de vocación especial y comparto que son las más bonitas”. A ello se suma, indica, “que la sociedad piensa que los problemas de empleo son menores que en otras carreras y la equivocada idea de que las posibilidades económicas que se consiguen no son desdeñables”. Sin embargo, Herranz apela a no dejarse llevar por los cantos de sirena que anuncian que es más fácil la colocación o que las posibilidades de empleo son buenas. En realidad, a su juicio, la responsabilidad que se incurre en el desempeño no se suple con lo que se paga. Otro problema es la falta de estabilidad laboral. Recuerda que, en estos años de crisis, han desaparecido 10.000 plazas de médicos del cátalogo nacional y todos los empleos que se han creado necesitan estar mejor retribuidos y ser más estables.

AL EXTERIOR // La alternativa, la fuga de cerebros. “Las últimas ofertas de trabajo para los formados en nuestras facultades y hospitales son sorprendentes y atractivas en lo económico, por lo que muchos, en lugar de incorporarse a esta inestabilidad laboral, con contratos de una semana, un día o un mes, alternados con paro, optan por ir a otros lugares en condiciones de empleo estable y retribuidos el doble”. Por ello, a su juicio, la oferta actual de plazas universitarias es “más que suficiente”, con 42 facultades de Medicina en toda España.

¿Y en los hospitales hay plazas para que todos los alumnos hagan prácticas? Herranz zanja la polémica: “Si hasta ahora las ha habido, las habrá después en Castellón. Si no ha habido inconvenientes, dudo que los haya. Nada que una buena organización no pueda gestionar. No es falta de formadores, tenemos de sobra y de calidad, puesto que tenemos dos facultades. No podemos cerrar ninguna de ellas, porque para Castellón es importante formar médicos buenos en nuestra universidad publica y privada”. H