Llucena recibió también ayer la alegría de saber que el segundo premio, el 4.536, repartió 1.250.000 euros a la serie (125.000 euros por décimo) y que un pellizco se vendió en el único estanco que posee la localidad aunque sin saber «quiénes serían los agraciados». Así lo manifestó ayer al periódico Mediterráneo el hijo de la propietaria, Pablo Beltrán. «Hemos vendido algún número del premio a través de máquina, porque no proporcionamos décimos en papel», recordaba. La alegría se palpaba en el municipio, pese a que a última hora de la tarde aún no había aparecido ningún vecino para confirmar que había sido alguno de los premiados. En la puerta del estanco, Beltrán y algunos lluçeners brindaron al conocer la noticia. Y muchos fueron los curiosos que a través del Whatssap se interesaron por saber a quién le había podido tocar el botín, sin que nadie desvelara nada.

Como la pólvora

La noticia corrió como la pólvora por los bares y las tiendas del pueblo y los hay que incluso se atrevieron a bromear a través de las redes sociales con un simple: «Me ha tocado a mí, pero prefiero callar». Pablo Beltrán, una hora después de conocerse la grata noticia, afirmaba: «No tenemos ni idea de quién habrá sido el agraciado porque nadie ha dicho absolutamente nada».

Vuelta Ciclista

Es posible que al ser Llucena final de etapa de la Vuelta Ciclista a España en este 2016 algún forastero se haya hecho con el número y esté repartido por otro lugar de la provincia o incluso fuera de ella. Al cierre de esta edición seguía sin conocerse al afortunado o afortunados de este pellizco del segundo premio ni el número de papeletas que se habrían podido distribuir desde este estanco de Llucena, donde ayer jueves las visitas eran numerosas y el teléfono permanecía inmovilizado ante tanto curioso.

Brindis

La alegría se palpó durante el día por las calles y algunos brindaron con champán (como muestra la foto) pese a no ser los ganadores del premio. Pablo Beltrán y su madre, María Pilar Lahoz, manifestaron «solo haber entregado algún premio de los jueves, pero nada más». Ayer Llucena se tuvo que conformar con celebrar que una pizca del segundo premio de la lotería de Navidad había convertido en noticia a este pequeño y bonito municipio emplazado en l’Alcalatén.