Si el futuro Plan General de Castellón ve la luz como está redactado ahora mismo, protegerá, ni más ni menos, que prácticamente la mitad del término municipal. No en vano, triplica la superficie así catalogada, hasta los 53 millones de metros cuadrados, frente a los 17 del anterior, destacó ayer la alcaldesa Amparo Marco, quien resaltó esta apuesta por la «sostenibilidad» en la presentación del documento de síntesis, que en el pleno de diciembre iniciará la última fase de su tramitación, la exposición al público, como adelantó Mediterráneo.

Junto a la vicealcaldesa Ali Brancal y a los portavoces del PSPV, Rafa Simó (también concejal de Urbanismo); Compromís, Ignasi Garcia; y Castelló en Moviment, Xavi del Señor, Marco resaltó la «propuesta realista, racional», del Plan, para hacer de Castellón «una ciudad más verde, más amable, inclusiva, moderna y atractiva». Esto se lograría además con la reducción de un 70% del suelo urbanizable, que «desaparece» para actuaciones futuras en dos zonas simbólicas: «la marjaleria y Mestrets», señaló Simó. A pesar de esta reducción, «no tenemos previsión de que el suelo urbanizable se quede corto» para los próximos 20 años, apuntó. Asimismo, Marco indicó que el nuevo Plan General aportará «seguridad jurídica» para construir, mientras que su ausencia (el del 2000 está anulado) «ahuyenta posibles inversores».

rehabilitación // Y es que el futuro Plan General «acaba con la degradación del territorio» que se preveía antes del estallido de la burbuja inmobiliaria, destacó Garcia. Así, se priorizan «actuaciones de rehabilitación y renovación de los tejidos urbanos existentes», recoge el documento de síntesis. También del Señor resaltó que ahora se apuesta por «una ciudad contenida, no en un crecimiento ficticio, sino realista, rodeada de un espacio amable».

No en vano, la consecución de una Infraestructura verde es quizás la principal novedad del Plan, que incluye aspiraciones como el cierre de la ronda de circunvalación (resta el tramo oeste), diferentes parques, la posibilidad de una segunda depuradora, o apostar por la «urbanización blanda» de la marjaleria para dotar a las viviendas actuales de unos servicios mínimos respetando el paisaje y el medio ambiente.

En cuanto a la tramitación, el primer acto es su paso por el pleno municipal el 21 de diciembre y después se expondrá al público, como informó este diario. Hasta llegar aquí, los tres partidos del Pacte del Grau se han reunido durante un año una vez a la semana y ahora se invita a PP y Ciudadanos a realizar aportaciones porque el Plan regulará el urbanismo de Castellón durante décadas. Ayer, la portavoz popular, Begoña Carrasco, lamentó no haber recibido la información «de forma diferente» y criticó «las prisas» del equipo de gobierno. Carrasco ve «difícil» que se apruebe «en esta legislatura», algo que ayer Simó no aseguró ante el necesario aval de la Generalitat.