Un informe de la Fundación de Cajas de Ahorro (Funcas), publicado el mes pasado, sitúa a Castellón como una de las provincias de España que más sufrieron los rigores de la crisis entre los años 2009 y 2014 en forma de pérdida de población. Y es que es uno de los pocos territorios, en concreto siete provincias, en los que la tasa de emigrantes fue mayor a 1.000 personas por cada 100.000 residentes en el lustro estudiado.

Un fenómeno que golpeó especialmente, según el informe, al área mediterránea, ya que junto a Castellón están Almería, Alicante, Tarragona, Barcelona y Girona como territorios más exportadores de habitantes, junto a Madrid y Lleida. En concreto, en esos cinco años salieron de la provincia entre 1.041 y 1.254 personas por cada 100.000 habitantes, una tasa muy por encima de la que marcan Málaga, Badajoz o Asturias, por ejemplo, de donde se fueron solo 189 y 402 personas entre la misma densidad de población.

El factor principal es el alto nivel de desempleo que se registró en Castellón durante esos años, que llegó en el 2013 al 28,9%. Lo confirma el profesor del área de Geografía Humana de la Universitat Jaume I Javier Soriano, que dice que “el factor que puede explicar esa alta tasa de emigración es el elevado paro, tanto en el mercado laboral regulado como en el llamado informal (economía sumergida, trabajo sin contrato, temporeros agrícolas, etc.), que ha expulsado no solo a trabajadores, también a familias enteras”

A la falta de empleo se unieron también otros elementos, como la crisis inmobiliaria, “que golpeó directamente a la provincia con especial dureza, ya que todas las actividades económicas relacionadas con la construcción están bastante desarrolladas aquí, como los azulejos y los muebles; pero también todo el sector servicios (fontanería, carpintería, electricidad, etc.), donde encontró trabajo mucha gente”.

DESCENSO // A día 1 de enero del 2016, en Castellón residían un total de 572.856 personas, casi 4.000 menos que en el 2015. Asimismo, las estimaciones del Instituto Nacional de Estadística marcan que la provincia perderá unos 40.000 habitantes en 15 años, con variaciones anuales de entre 2.000 y 4.000 personas. H