El anuncio de Puigdemont de declarar la independencia de Cataluña no sorprendió a casi nadie en la clase política castellonense, pero sí que suspendiera inmediatamente su aplicación con la clara expectativa de abrir una negociación con el Estado, siempre para llevar adelante sus propósitos. Este «aplazamiento» fue bien recibido en general porque da una oportunidad al diálogo y la esperanza de encauzar una situación muy enquistada.

Si el president Ximo Puig, valoró antes del intenso pleno catalán que lo importante es dialogar y cerrar heridas, la presidenta del PPCV fue contundente al rechazar los pasos dados por Carles Puigdemont, en una medida similar a su homólogo en la Diputación, Javier Moliner, y el PPCS, Miguel Barrachina. Desde el PSPV castellonense, Francesc Colomer habló de moderado optimismo para que «esto acabe» sin «sobrepasar las líneas que marca el Estado de Derecho». En cuanto Compromís y Podemos, Marta Sorlí y César Jiménez, respectivamente, recibieron en positivo el anuncio del presidente de la Generalitat catalana, como la apertura de una opción para establecer el diálogo, mientras que Merche Ventura, de Ciudadanos, reclamó implantar «urnas, pero de verdad».

HABLA DEL TEJIDO ECONÓMICO

Representantes del ámbito empresarial y económico de Castellón recibieron con reservas el anuncio de Puigdemont, aunque esperanzados en que se abra el camino hacia una solución al conflicto, siempre en el marco de la Constitución. Mientras la patronal reclamó escenarios y garantías jurídicas que permitan el progreso, la creación de riqueza y la generación de empleo, los sindicatos apelaron a trabajar por una reforma de consenso de la Carta Magna, y también un sistema de financiación justo para todos. Todas las partes coincidieron en señalar que el periodo que se abre no será nada fácil y, en algunos casos, se alertó de las importantes presiones al que serán sometidos todos los actores en este este conflicto.