Una revolución limpia recorre todo el mundo. O mejor dicho, casi todo, porque España ha mirado para otro lado. Y Castellón todavía más. Desde el 2013 las principales potencias han abrazado las tecnologías renovables para generar electricidad, pero en la provincia nada se ha movido. Todo sigue igual que hace quince años. Lo peor es que Castellón va a perder otro tren. Y este es de los importantes. El Gobierno acaba de convocar para el próximo 17 de mayo una subasta de hasta 3.000 megavatios de energía renovable y ningún proyecto de la provincia podrá optar al megaconcurso. ¿Por qué? La razón es sencilla. El plan valenciano para el sector, diseñado en verano del 2001, lleva una década bloqueado y aunque la Conselleria de Economía intenta ahora darle una salida, todo el mundo da por sentado que se llega tarde a la subasta. El problema es que no habrá otra oportunidad así, al menos, hasta el 2021.

De los 33 parques eólicos que funcionan en la Comunitat valenciana, 16 están en Castellón. En concreto, en las zonas 1, 2 y 3 (Els Ports) y 6 (Alto Palancia). Los 16 forman parte de la primera fase del Plan Eólico Valenciano y entre todos producen 525 megavatios. La segunda fase del plan, que preveía la construcción de parques en otras dos zonas de la provincia (la 4 y la 5, en el Baix Maestrat y la Plana Alta) está paralizada desde hace años, como también lo están la zona 9 de Valencia (comarca Requena-Utiel) y la mayor parte de áreas en las que se divide la provincia de Alicante. ¿Conclusión? De las previsiones iniciales (67 parques eólicos repartidos en quince zonas de la Comunitat que, en total, debían sumar una potencia instalada de 2.300 megavatios) solo hay en funcionamiento un 44% de la potencia adjudicada.

En Castellón, y según fuentes de la Conselleria de Economía, quedan por desarrollar las zonas 4 y 5. Ambas fueron adjudicadas en el 2009. La primera, a la empresa madrileña Guadalaviar, que preveía la construcción de cuatro parques con 83 aerogeneradores. La segunda a Proyectos Eólicos Valencianos (participada en aquella fecha por Endesa y Banco de Valencia) y preveía 61 molinos en tres parques.

Desde el 2009, la parálisis es total y, por lo tanto, es imposible que Castellón pueda optar a la megasubasta del Gobierno. «Las posibilidades de la eólica en la Comunitat son nulas, pues el Plan Eólico del 2001, aún vigente, impide que se desarrolle ninguna iniciativa» apunta Marcos J. Lacruz, presidente de la Asociación Valenciana de Empresas del sector de la Energía (Avaesen). «Nuestra asociación viene advirtiendo de esta situación desde hace cinco años y ahora parece que se vaya a solucionar antes de verano, pero sin opciones de llegar a los plazos que marca esta subasta», sentencia Lacruz.

UNA SOLUCIÓN AL BLOQUEO

Para dar solución al bloqueo, la Conselleria de Economía anunció hace dos años una revisión total del plan. Tras las críticas por la lentitud con la que se están acometiendo los cambios, el departamento que dirige Rafael Climent confía en tener resuelto antes del verano todos los procedimientos administrativos pendientes para resolver «en bloque» la parálisis.

En Castellón, y según fuentes de la Conselleria de Economía, se anularán las concesiones de las zonas 4 y 5. Las demarcaciones 1, 2 y 3 están, por tanto, exentas, porque se encuentran íntegramente en funcionamiento. Por lo tanto, en breves semanas, Economía tiene previsto iniciar las notificaciones a las empresas adjudicatarias, que tendrán la oportunidad de recurrir la revocación de las concesiones afectadas.

Para llevar a cabo todos estos cambios, Economía ha contado con el respaldo de la Abogacía de la Generalitat, en un proceso en el que han intervenido hasta tres departamentos: Economía, Medio Ambiente y Territorio. «No es fácil porque intervienen muchos agentes y es un tema de enorme complejidad», aseguran fuentes del departamento de Climent, que añaden que esto es solo el primer paso de un proceso que puede durar meses y meses.

La eólica ha perdido otro tren, pero la energía fotovoltaica sí puede beneficiarse de la subasta de mediados de mes. «La fotovoltaica sí que tiene posibilidades, aunque nos hemos encontrado con que algunos trámites burocráticos desincentivan a los promotores a plantear plantas fotovoltaicas en la Comunitat», explica el presidente de Avaesen, que asegura que se está trabajando con Conselleria para mitigar el impacto de estos trámites en el ciclo de maduración de los proyectos para equipararlos al de otras comunidades.