Los robos en hogares de Castellón se disparan durante los meses de verano. Los traslados a segundas residencias allanan el camino a los ladrones, que logran en la provincia los botines más cuantiosos de la Comunitat. Así lo revela el último estudio de la Asociación Empresarial del Seguro (Unespa), que fija en 561 euros el valor medio de los objetos sustraídos en asaltos a domicilios de Castellón, un 6% más que la media valenciana, que es de 528 euros, y por delante de Valencia y Alicante.

Según los mismos datos, uno de cada cuatro robos de la provincia se registra en la capital de la Plana (24,97%). Burriana es la segunda localidad con más casos, con un 8,15%, seguida de Almassora, que sufre el 7,29% de los asaltos domiciliarios. Vila-real (7,23%), Benicàssim (5,14%), Orpesa (4,98%) y Onda (4,93%) se encuentran también en posiciones de cabeza en la lista de los municipios más frecuentados por los ladrones.

De todos los robos que se dan al año en la provincia, un 10,5% se concentra durante el mes de junio, cuando las familias comienzan sus vacaciones y se marchan de viaje o a pasar el verano fuera. En cambio, con la llegada de septiembre y la vuelta de los propietarios a las primeras residencias, los robos bajan hasta el 6,5%.

Ese incremento de los casos durante la etapa estival está siendo ya notable en la capital de la Plana desde hace algunas semanas. Zonas de nueva construcción como el Pau Lledó, el Pau Gumbau y el Pau Sensal, así como los edificios próximos a la UJI, están sufriendo numerosos asaltos con la técnica del bumping (consistente en insertar una llave maestra, golpeándola con un objeto que separe los pistones y liberando, así, su giro), según han confirmado a Mediterráneo desde la Unión de Cerrajeros de Seguridad.

Los robos son, en su mayoría, obra de bandas itinerantes, que se establecen durante unos días en Castellón y saquean varios inmuebles de un mismo edificio, tal y como han confirmado a este diario fuentes especializadas. En cuestión de tres días pueden limpiar una treintena de pisos, en busca de dinero, joyas y objetos electrónicos, y después marcharse a otra provincia para dificultar a la policía su rastreo. H