El presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el castellonense Sebastián Albella, resaltó ayer el buen posicionamiento de grupos empresariales de la industria cerámica, «entre seis y siete compañías», con muchas opciones para salir a bolsa con éxito. Así lo apuntó durante la primera sesión del ciclo Desayunos Empresariales organizado por Bankia y el periódico Mediterráneo en el NH Mindoro, con asistencia de numerosos representantes de la política, la economía y la sociedad provincial.

Albella valoró que esas firmas castellonenses cuentan «con tamaño suficiente y madurez» para entrar en el mercado bursátil. «Nada me haría más ilusión que alguna de ellas se animara a cotizar durante mi mandato en la CNMV», resaltó el ejecutivo.

APORTACIONES / A la pregunta de si es conveniente que las empresas de este sector se fusionen para ser más fuertes antes de dar ese paso, el experto consideró que no es imprescindible si ya tienen suficiente peso. «Se ha recuperado la confianza en el mercado bursátil y los requisitos son menos intensos. Existe la vía de acceder al mercado de capitales y luego ya dar el salto. Para acceder al primero se requiere una aportación de más de 500 millones de euros. Para el alternativo --inferior-- se puede entrar con un volumen de 100 a 200 millones», concretó.

¿Qué consejos daría a una empresa de Castellón que se plantea acceder al mercado de valores? «Es fundamental que se informen. Recibiré a cualquier empresario que se plantee esta posibilidad, incluso si es a largo plazo y quiere aclarar dudas sobre lo que representa», apuntó Albella.

A su parecer, esta decisión «es un paso natural en la vida de las empresas. Todo empresario de éxito, con una compañía de cierto tamaño y un nivel suficiente, tiene que planteárselo. Es una opción que está ahí y solo tiene ventajas, muchas más que inconvenientes». En esta línea, citó casos de firmas de carácter familiar que pasaron a cotizar con grandes beneficios, como Inditex --«que con un valor de salida de 9.000 millones, ahora alcanza los 97.000 millones de euros-- o Grifols.

El máximo responsable de la CNMV dejó claro que el temor de la empresa familiar propietaria a perder control sobre el negocio no está justificado, en cuanto a que esto no se produce. Así, lo idóneo es quedarse con la mayoría y colocar un 40% de acciones en la salida a bolsa. La entrada de fondos de capital riesgo en grupos empresariales --indicó que en los últimos años hay muchos movimientos en este sentido en el entramado de la industria cerámica castellonense-- también suele preceder a un proceso de cotización en los mercados.

En España, indicó Albella, en el parqué bursátil, un 25% de acciones de empresas son propiedad de particulares, en manos de familias, pero «está bajando»; en la misma línea que la cuota de los bancos, «ahora del 3%, cuando en el 2006 se situaba en un 15%». Con todo, resaltó la importante «reactivación» de la bolsa española en el primer semestre de este 2017, con siete incorporaciones de nuevas empresas, cuando por ejemplo en todo el 2014 se registró esa misma cifra.