En televisión hay un Gran Hermano. Se graba en el municipio madrileño de Guadalix de la Sierra. Pero si uno se para a pensar hay otros miles y miles de grandes hermanos. Muchos están en Castellón. Los hay en carreteras, calles, garajes y comunidades de propietarios. También en centros comerciales, joyerías, bancos y fachadas de iglesias y ayuntamientos. Y aunque esas grabaciones no tienen, ni de lejos, la repercusión mediática del popular reality, la filosofía es la misma: registrar y almacenar los movimientos de las personas que pasan por el encuadre de las videocámaras.

En España existen casi 316.000 grandes hermanos y 3.233 se encuentran en Castellón. Son estadísticas correspondientes al pasado mes de mayo facilitadas por la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD), que revelan también que en la Comunitat Valenciana hay cerca de 30.000 ficheros de videovigilancia operativos. Todo un récord. Pero en esos ficheros no están todas las cámaras que son, aunque sí es el dato más fiable. «Cada fichero declarado por una entidad pública o privada supone, al menos, una cámara. Pero puede haber varias bajo la declaración de un fichero», aseguran fuentes de la AEPD, que citan un ejemplo: un centro comercial está registrado una vez en el fichero de la Agencia Españolas, pero puede tener una, dos o 10 cámaras. Eso significa que la cifra real puede ser mayor que la de la estadística oficial.

La proliferación de la videovigilancia es palpable en Castellón. Cada vez más cámaras graban nuestros movimientos y lo hacen en el trabajo, en los espacios públicos, en los lugares de ocio, en el interior de los taxis, al entrar en el banco o al llegar a casa. En apenas cuatro años, el número de circuitos inscritos en la AEPD se ha multiplicado por tres: de las 1.100 que se registraban en el 2013 a las 3.233 de ahora, a un ritmo de crecimiento de casi 500 nuevos ficheros cada año.

Vila-real es uno de los municipios de la provincia cuyo Ayuntamiento ha anunciado que en los próximos meses va a instalar una docena más de cámaras de videovigilancia en la calle, unos dispositivos que se van a unir a los 18 que ya existen (en esta cifra no están las cámaras de comercios o bancos), con lo que la cifra total rondará la treintena. Pero, ¿dónde hay más ojos electrónicos? Lógicamente la palma en la provincia se la lleva la ciudad de Castellón y solo el Ayuntamiento contabiliza un total de 76.

MÁS EN COMERCIO Y HOSTELERÍA

Aunque el número de ficheros de entidades públicas va al alza año tras año, el fuerte crecimiento de las cámaras de vigilancia hay que achacarlo, fundamentalmente, al sector privado. De los más de 3.200 dispositivos que existen en la provincia, el 99% se encuentra en empresas, fundamentalmente en tiendas. De hecho, y a nivel nacional, el comercio es el sector económico con más ojos electrónicos (casi 71.000 ficheros), seguido del turismo y la hostelería (37.732) y de las comunidades de propietarios (29.529 ficheros).

Las cámaras de seguridad son, además, de vital importancia para esclarecer delitos. Un ejemplo fue la detención de una mujer, a finales del pasado mayo, acusada de intentar robar y agredir a una dependienta de un comercio de Castellón. El arresto fue posible, en parte, porque el citado establecimiento contaba con una cámara de videovigilancia.

Pero, ¿qué tiene que hacer el dueño de un comercio o un restaurante o el responsable de un ayuntamiento si quiere instalar uno de estos dipositivos? ¿Basta con querer poner una o más cámaras para grabar o hay que cumplir unos requisitos previos? Lo obligatorio es contactar con una empresa de seguridad y contratar la colocación. Eso sí, lo primero es darlas de alta ante la AEPD, el organismo encargado de que se cumpla la ley.