Más de 150.000 roscones. Es la estimación que la Asociación Provincial de Panaderos y Pasteleros de Castellón hace de la venta de tortells entre hoy y mañana, en palabras de Cipriano Cortés, su máximo representante. Fina Miravete, de la panadería familiar de la calle Padre Vela de la capital, señala que “en tres días se pueden llegar a servir hasta 1.000 de los tradicionales pasteles”.

Cortés apunta que este año, los roscones más tradicionales, rellenos de cabello de ángel, boniato y mazapán, recuperan su protagonismo, aunque los de nata siguen siendo los reyes de la jornada. “Incluso nos encargan algunos que sean, por ejemplo, mitad de cabello y mitad de boniato, para todos los gustos”, señala Cortés. Miravete, por su parte, pone el acento en que “hay familias que incluso compran dos, uno para la noche del Roscón, con los amigos, y otro para la comida de Reyes, con lo que se disparan las ventas y la variedad de los encargos”. “Es el producto tradicional de estas fiestas y todos los obradores se vuelcan en su fabricación, que es artesanal”, señala Cortés.

El roscón es también el rey de los dulces en las grandes superficies, con precios que oscilan entre los 18 y los 25 euros, según la variedad del relleno. H