La banca ha abierto claramente el grifo del crédito, pero los castellonenses se endeudan menos, en contra de la tendencia general en el entorno, con alzas este año de los préstamos al consumo en la Comunitat --por el tirón de Alicante y Valencia-- y en España.

Los expertos sitúan entre las causas la falta de confianza en la situación económica y la recuperación --más lenta en un territorio que ha sufrido más la crisis--; tipos de interés muy por encima del precio oficial del dinero, y también la prudencia por la incertidumbre ante el futuro.

El último informe trimestral por provincias del Banco de España revela que a 31 de marzo de este año la deuda acumulada en Castellón por empresas y familias --el denominado sector privado-- con las entidades financieras es de 13.917 millones de euros, un total de 159 menos que en el último trimestre del 2015.

la evolución // De hecho, es una cadencia de disminuciones encadenadas, mucho más lenta en los últimos dos años, que se produce en esta provincia desde octubre del 2008 --justo antes del inicio de la crisis económica--, cuando el saldo de créditos vivos alcanzó su techo en la cifra de 26.207 millones, muy cerca del doble del nivel en que se encuentra en estos momentos.

Por el contrario, el dato más bajo coincide con el primero que recogen los registros del banco emisor y se limita a 804 millones de euros en el año 1987.

Desde entonces, el endeudamiento financiero de los castellonenses no había dejado de crecer hasta el estallido de la burbuja inmobiliaria, punto de inflexión que desembocó en el rescate de la banca y la negativa casi total de las entidades financieras a conceder préstamos de ningún tipo.

En estos momentos, la situación en este sentido es radicalmente diferente, ya que la banca ha iniciado incluso una suerte de guerra incruenta por captar los créditos al consumo, y las entidades informan de constantes incrementos en las operaciones de este tipo cerradas. Baste como ejemplo Banco Sabadell, que, como informó Mediterráneo, ha incrementado un 13% la concesión de crédito nuevo a particulares y empresas en Castellón, al pasar de los 180 millones que había contabilizado en el primer semestre del último año a los 207 millones del mismo periodo de este año.

De hecho, el responsable de la Unión de Consumidores de España (UCE) en Castellón, Juan Carlos Insa, asevera que si los ciudadanos no acuden al crédito de consumo, “por que los bancos no quieran no será, porque hay constantes ofertas”. Desde su punto de vista, “las familias todavía tienen el cinturón apretado, son prudentes, y no se atreven a pedir créditos porque, aunque la situación económica es mejor, no es aún de confianza total, además de que lo peor de la crisis está todavía muy fresco en la memoria”.

posponer compras // Insa explica que hay factores disuasorios adicionales como el hecho de que los tipos de interés que plantean los bancos “están muy por encima del precio oficial del dinero”, así como “las condiciones en general para obtener el préstamo son muy estrictas”. Esto puede ayudar, por tanto, a que un castellonense que necesita un bien de consumo decida ahorrar y posponer la compra cuando acude a la entidad financiera.

Por su parte, el economista castellonense Enrique Dominguez, señala en lo que a las empresas se refiere que “intentan desapalancarse y no recurrir a nuevos créditos”. Puntualiza en este sentido que “ahora trabajan con mucho tiento y evitan en la medida de lo posible incrementar el endeudamiento, operando, al menos en el ámbito empresarial, con mucha prudencia, ya que la economía ha mejorado, pero la recuperación es más lenta aquí”.

Domínguez añade que solo en sectores concretos, como es el caso de la automoción, se trabaja más con la financiación, es decir, con la realización de las compras a través de préstamos.