Los materiales pueden durar muchos años, pero la innovación corre». Y en este contexto, lo que cuenta es «desarrollar materiales tan rápido y tan a bajo coste como sea posible». Con estas dos premisas, el director de la Cátedra de Innovación Cerámica de la UJI Ciutat de Vila-real, Juan Carda, desgranó el gran campo de oportunidades que se abre ante la industria cerámica, más allá de ser un material para recubrir inmuebles.

La tendencia actual en la innovación se dirige hacia «el ahorro energético, la sostenibilidad, la miniaturización, el incremento de la vida media de los materiales y la multifuncionalidad de sus propiedades». Con estas cinco líneas de trabajo, Carda subrayó el amplio campo de trabajo que tiene ante sí el sector, actuando e innovando en: «la automatización de los procesos» lo que se conoce como plantas 4.0; «nuevas funcionalidades», como las piezas «térmicas» para «países fríos», «bactericidas», o que «instaladas en fachadas purifican el aire»; «materiales multifuncionales», como por ejemplo con propiedades vitrocerámicas. Sin olvidar la mejora de procesos, con criterios más sostenibles, caso de la incorporación de residuos de otros materiales o el desarrollo de nuevos procesos (hornos mixtos, microondas...).

A partir de este esquema, el catedrático citó campos en los que la cerámica puede jugar un papel destacado. Por ejemplo, como material de alta resistencia, en componentes de naves espaciales o chalecos antibalas, pero también en hornos o en el revestimiento de tubos de escape. También son una realidad ya las baldosas con propiedades fotovoltaicas, o los ensayos que se están realizando en las nuevas baterías recubiertas de cerámica para almacenar energía con grafeno. Sin olvidar los biomateriales y nanotecnologías: en los tratamientos tumorales, para segregar tratamientos controlados y lentamente desde el interior del cuerpo humano) o que la cerámica puede contribuir en el desarrollo de vidrios más resistentes, por ejemplo en la pantallas de los móviles o televisores. H