Castellón vivió ayer un Black Friday «al ralentí» alejado de los récords de ventas registrados en años anteriores y con sensaciones muy diferentes entre los comercios, tanto por la pandemia y la caída del consumo en tiendas físicas, como por el clima de la jornada, en la que el viernes negro se hizo extensivo también al cielo, provocando intensas lluvias.

La portavoz de la organización de comerciantes de Castellón Covaco-Confecomerç, Tere Esteve, apunta sobre la jornada de descuentos que «las ventas han estado más ralentizadas que en otros años» y señala que «hay un resultado muy desigual entre los establecimientos», a la espera de conocer en las próximas jornadas el balance en cifras de la promoción, al prolongarse las ofertas todavía durante el fin de semana.

No obstante, sí que hubo gente que aprovechó para realizar sus compras físicas durante el día, pero lejos de las aglomeraciones típicas de ejercicios previos. El mal tiempo hizo que se priorizaran los espacios cubiertos y, de hecho, los centros comerciales contaron con una elevada afluencia. Sin embargo, un amplio dispositivo de operarios supervisó que se cumplieran las medidas y el aforo, cuya limitación generó alguna espera a las puertas de los comercios.

Y es que fueron muchos los que aprovecharon la ocasión para tratar de hacerse con alguna ganga, especialmente en los sectores de la moda y la tecnología, que concentraron la mayor demanda. Camisetas, pantalones, zapatillas, móviles o, incluso, aspiradoras fueron algunas de las opciones buscadas por los castellonenses.

Otros tantos trataron de ahorrarse algún dinero en los regalos de Navidad adelantando las compras. «Este año es en el que más regalos navideños hemos comprado en el Black Friday», explicaba Ana Esteve, vecina de Borriol.

Si bien el periodo iniciado ayer seguirá siendo clave para los establecimientos, en especial para el pequeño comercio, tal y como declara Esteve, quien alerta de que «todo depende de cómo vaya la campaña navideña, ya que sobre un 30% de las empresas podría cerrar al acabar este año».

Por ello, la portavoz de la entidad recuerda la importancia en estas fechas de que «la gente se acuerde del comercio de proximidad, que además de generar puestos de trabajo y dinamizar la economía, da vida a las ciudades».

Mientras, mantendrán la reivindicación a la administración de impulsar medidas dirigidas a inyectar liquidez al sector. Una demanda sobre la que el conseller de Economía Sostenible, Rafael Climent, anunció la puesta en marcha de los bonos comercio, similares al bono viaje, para reactivar el sector. La patronal Confecomerç se muestra «moderadamente satisfecha» ante esto.