A una sola voz por una financiación justa. Fueron los dos grandes mensajes que ayer lanzó el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, para sacar de la «invisibilidad» y «desigualdad» a la Comunitat ante un problema de «anomalía democrática».

Los datos denunciados son harto conocidos, reiterados hasta la saciedad tanto en la etapa del PP como en la vigente del PSOE. Pero dos son las novedades ahora: el acto institucional multitudinario tuvo lugar en Madrid, en la conocida sede del Círculo de Bellas Artes, para hacer ruido ante «problema de Estado», dijo.

Y dos: citó en la capital de España a todos los representantes del Consell, además de líderes de la sociedad civil y empresarial, caso del presidente de la patronal española CEOE, Juan Rosell; o el secretario general de UGT, Ignacio Fernández Toxo. También hubo empresarios, algunos de la tierra, como el presidente de Porcelanosa, Manuel Colonques. Y lo más llamativo y trascendente: a líderes de los cinco partidos políticos con presencia en Les Corts, incluido el Partido Popular, representado por Alejandro Font de Mora. «El problema valenciano existe», dijo Ximo Puig, descartando ningún interés en «un debate localista ni victimista». En esta línea, borró cualquier imagen de «levante feliz», una «imagen distorsionada de la realidad y utópica». Frente a esta foto de la Comunitat, contrapuso «la realidad» del «paro, la pobreza y la escasez de recursos para financiar los servicios públicos».

LAS CIFRAS // El jefe del Consell sustentó su denuncia en datos, porque «la infrafinanciación de la Comunitat está demostrada incluso científicamente». Según las estadísticas aportadas, cada valenciano dispone de 259,16 euros menos que la media del resto de los españoles por el reparto del actual modelo de financiación autonómica. Esto significa que, a cada ciudadano de Castellón, Valencia y Alicante le corresponden 1.997,03 euros para cubrir necesidades y servicios básicos como son la sanidad, la educación y la atención social. Frente a esta cantidad, y a modo de ejemplo, un cántabro recibe hasta 1.020 euros más que un valenciano, o un riojano 853 euros más.

Teniendo en cuenta que en la Comunitat habitan 5 millones de personas, esto se traduce en que la financiación de la Comunitat es un 11,7% inferior a la media nacional, fijada en 2.260,72 euros/habitante, lo que significa «1.325 millones de euros menos» al año para los valencianos.

SIN GOBIERNO // Con estos mimbres como hilo argumental, el presidente de la Generalitat lanzó un segundo dardo al Ejecutivo central en funciones de Mariano Rajoy, que se comprometió a revisar el modelo de financiación autonómica en el 2014, pero que hoy sigue intacto. «Este acto se celebra conscientemente, en un momento crucial para España, en un momento donde el ruido y la campaña electoral permanente están desplazando los grandes debates. Hemos perdido un año entre aritméticas e incapacidades. Los valencianos queremos resituar el foco en algunas de las asignaturas pendientes», alegó.

«Nuestra voluntad es evitar que el entretenimiento político acabe con la política. Hay una agenda que recuperar: la cuestión territorial o el cumplimiento de los compromisos europeos», citó.

De ahí que criticara que «el Gobierno de España ha prorrogado sine die un modelo que tenía que haberse revisado. Cada día que pasa, la reforma del sistema es más urgente. La falta de ingresos impide afrontar los principales servicios. Sanidad, educación, atención social... están por debajo de la media, y continuamos endeudándonos», abundó, no sin antes airear que el problema histórico de la infrafinanciación solo ha hecho que agudizar el problema. «Estamos ante una cuestión de Estado, se está incumpliendo la constitución, los principios de igualdad y solidaridad entre todos los ciudadanos».

LA INFRAINVERSIÓN // Y aquí, junto al problema de la infrafinanciación, introdujo otro de los aspectos que han guiado su discurso desde el mismo momento en que asumió la presidencia de la Generalitat: la «infrainversión», ya que la inversión del Estado en el desarrollo de proyectos e infraestructuras en cada ejercicio no llega «ni al 10% del conjunto de los presupuestos, cuando la Comunitat es el 11% de la población española». «Entre el 2012 y el 2016, la infrainversión de la Comunitat ha sido de 1.980 millones en función de nuestra población», dijo, añadiendo que el Gobierno, pese a eso, invierte en otras infraestructuras, «contradiciendo incluso la lógica social y económica más elemental», en alusión al AVE o al «atascado» corredor ferroviario mediterráneo.

apoyo de oltra y morera // Ximo Puig no estuvo solo sobre el estrado, sino que contó con los dos líderes de las dos facciones de Compromís y de los más importantes cargos institucionales dentro de su gobierno bipartito: el presidente de Les Corts, Enric Morera (Bloc) y la vicepresidenta y portavoz del Consell, Mónica Oltra (Iniciativa).

Morera abrió el acto, y aprovechó los micrófonos para reivindicar el modelo de gobierno de la Comunitat en un momento de debate sobre los pactos a nivel estatal: «Sin la autonomía financiera, el pueblo valenciano no tiene futuro. Queremos ser escuchados y entendidos, y necesitamos políticas de Estado, como las que estamos haciendo en la Comunitat, donde somos precursores políticos en España del consenso».

Oltra, como titular de la «Conselleria de la Vida», según su definición, puso la nota sensible. «Lejos de la imagen de levante feliz a bordo de ferraris y yates, late una población castigada, con indicadores sociales y económicos muy por debajo de la media estatal». Y admitió que sin la nueva financiación, la Generalitat no tiene «recursos suficientes para llevar a cabo ese cambio de prioridades derivado del Pacte del Botànic», un guiño a su socio parlamentario de Podemos, cuyo líder Antonio Montiel estaba presente. H