La plaza de programador cultural en Castellón, que lleva desierta ya más de cinco meses, será cubierta en las próximas semanas. Al menos, así lo ha asegurado el conseller de Cultura, Vicent Marzà, quien ha adelantado que “la persona responsable de la unidad territorial tendrá que demostrar un amplio conocimiento de la realidad cultural de las comarcas de Castellón, además de voluntad de lanzar la programación de la provincia al mundo”.

Será mediante un concurso público. Un sistema con el que el Consell se aleja de la estructura anterior y huye “del clientelismo y el proceso de selección a dedo que se ha seguido hasta ahora” y conseguir, de esta manera, un proceso transparente y más abierto. “Buscamos que los responsables sean expertos en la materia”, revela. Mientras tanto, el responsable del recién desmontado CulturArts, Abel Guarinos, ha manifestado que él mismo se responsabilizará de la programación cultural de Castellón “hasta que se resuelva la situación”.

Asimismo, en la reestructuración de CulturArts, tanto Marzà, Guarinos como el nuevo responsable del Consorcio de Museos, José Luis Pérez Pont, abogan por el cambio en las direcciones de los cinco espacios que existen en Castellón y que están gestionados por el Consell. De esta manera, piden que las direcciones del Auditorio, el Teatro Principal, el Espai d’Art Contemporani, el Museo de Bellas Artes y el Auditorio de Peñíscola sean designadas mediante concurso público. “Durante años Castellón ha estado relacionado con la corrupción y queremos que esta situación cambie”, indica el propio conseller.

Por su parte, Pérez apuesta por la territorialización cultural. “Es importante que el Consorcio de Museos se coordine con otras entidades para proporcionar mayor rentabilidad de los recursos”, dice. “Uno de los objetivos que pretendemos alcanzar es sumar propuestas para conseguir mejores resultados y más oportunidades para los artistas”, indica. Es por ello que, para él, el formato de la convocatoria pública “es el más adecuado para acabar con las dinámicas anteriores”.

López entiende que “no se ha prestado atención a la profesionalidad” y apuesta por la producción de proyectos propios, de la tierra, para conseguir que sea el tejido de cada ciudad el que participe para, a su vez, favorecer el empleo en la provincia. H