La instauración de una tasa turística en la provincia de Castellón generaría a la Generalitat una recaudación aproximada de unos 15 millones de euros al año. Una cifra hipotética, en base a las pernoctaciones registradas en el ejercicio del 2016 y con un cobro medio de 2 euros por persona y noche de alojamiento, sin tener en cuenta las exenciones que pudieran existir de decidir la Administración autonómica implantar en 2018 ese impuesto que por ahora tienen Baleares, Cataluña y grandes capitales europeas.

De aplicarse el tasazo --y también está en el aire si podrían gestionarlo los ayuntamientos--, las vacaciones, en base a esto, les saldrían más caras a una familia que venga a pasar una semana de asueto en Castellón:

El ejemplo: "A 2 euros la noche, por siete días, cuatro personas pagarían un recargo de 56 euros; y una pareja, de 28".

En la propuesta que presentó Podem en les Corts y que aprobó instar al Consell a estudiar la aplicación de dicho impuesto, no se especifican detalles pero sí que se vuelva a debatir «en tres meses» --a mitad de diciembre--, como ratificó ayer el diputado David Torres. Apuntó que están ultimando un documento más específico que se presentaría «en cuanto se inicie el periodo de enmiendas a la ley de acompañamiento de los Presupuestos del 2018». A priori, señaló que barajan fijar una horquilla de los 0,5 a los 2 euros, según el tipo de alojamiento. El máximo lo pagarían los hoteles de cinco estrellas. Los 2 euros, de hecho, se aproximarían a los 2,25 que gravan en grandes ciudades de la talla de Barcelona.

CITA CON EL SECTOR / A falta de ver si avanza o no el tributo, el empresariado turístico ya ha mostrado su malestar y rechazo total a esta tasa y, precisamente, hoy, este asunto se abordará en el seno del Consell de Turisme, que reúne a representantes de la Generalitat, Diputaciones, ayuntamientos y empresarios. El secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, presidirá esta cita, que dará comienzo en Valencia sobre las 11.00 horas, y que contará con representantes de Castellón: desde la Diputación a la Cámara de Comercio, Ashotur; a los munícipes de Castellón, Peñíscola y Morella.

MANIFIESTO / El sector empresarial de toda la Comunitat, impulsado desde la patronal turística de Benidorm Hosbec, de hecho, se ha movilizado a través de un manifiesto con 20 razones contra la tasa. Texto que han suscrito asociaciones de la provincia de Castellón como Ashotur (Asociación de Empresarios de Hostelería y Turismo), Agretur (Empresarios turísticos de Peñíscola), ATR (Asociación de Turismo Rural) o APECC (Asociación de empresas de la construcción).

¿Y qué quiere el Consell? El conseller de Hacienda, Vicent Soler, que ya planteó sin éxito la tasa turística al inicio de legislatura, ayer, a preguntas del PP en el pleno de les Corts, reincidió: «Puede ser un instrumento para ayudar a mejorar el turismo, si se aplica en consenso y con flexibilidad para aprovechar sus ventajas y evitar inconvenientes, que tiene». Agregó que el Consell «no demoniza» la tasa pero tampoco la ve como «solución» o «necesidad» más importante a los problemas del sector; y recordó que «el PP se la planteó cuando gobernaba».

PUIG Y COLOMER / Por su parte, con motivo del Día Mundial del Turismo y en la entrega de los Premios 2016, el president Ximo Puig abogó por hacer «una nueva política turística basada en la cogestión y armonización de todos los intereses, y que beneficie a todos los valencianos»; y avanzó que la nueva ley de Turismo, Ocio y Hospitalidad «se discutirá pronto en Les Corts». Días atrás se mostró partidario «de un impuesto», no una tasa que, «con consenso y diálogo riguroso», beneficie al sector.

El secretario autonómico de Turismo, Francesc Colomer, quien ayer destacó que «el turismo aporta cifras de PIB, ocupación y recaudación tributaria: casi 3.000 millones de euros según el último informe de Impactur», dijo días atrás respetar el debate de les Corts, pero no ser favorable a la tasa. «El caladero de nuevos ingresos lo vemos aflorando el intrusismo profesional», dijo.