La tramitación del nuevo Plan General que regulará el urbanismo de Castellón está teniendo un efecto revitalizador en la solicitud de licencias de construcción en la capital de la Plana. Son los propios constructores los que reconocen que el Ayuntamiento tiene «más promociones encima de la mesa» de las que se están llevando a cabo, también en reactivación --«es un paquidermo que se está moviendo», manifiestan fuentes de la patronal Apecc--.

El presidente del Colegio de los Agentes de la Propiedad Inmobiliaria (API), Francisco Nomdedéu, concreta que este alza en las solicitudes de visados, paralizadas en los últimos años por el elevado estoc de vivienda disponible, se debe a que los promotores quieren avanzarse a la aprobación del Plan General, «porque en muchos casos reduce la edificabilidad actual», asegura.

Y es que, una vez que se obtiene una licencia, aunque el Plan General posterior establezca una altura de los bloques menor a la de la misma, el constructor puede alzar su promoción hasta la altura que consta en el visado. No en vano, Nomdedéu especifica que los promotores «han pagado un solar al precio de las alturas que se permiten ahora».

Desde el consistorio, el edil de Urbanismo castellonense, Rafa Simó, reconoce que, desde verano, han recibido «cuatro solicitudes» de licencia para bloques de cierta entidad, algo que normalmente no tenían. Y apunta otra razón para estas prisas: cuando un plan general se expone al público (está a punto de salir), «se suspenden las licencias nuevas», a no ser que tengan unos criterios específicos. Eso sí, puntualiza que lo que han recibido son «edificios concretos, no urbanizaciones desmesuradas» y no entran en colisión con los criterios generales de vivienda del consistorio.

Esto está ayudando a dar un poco de aire a un sector que comienza a arrancar, y en el que los bancos empiezan a avalar promociones concretas, dicen en Apecc.