El déficit comercial, la brecha que separa las importaciones de las exportaciones, no deja de crecer. Castellón compra mucho menos de lo que vende en el exterior, pero la diferencia se acorta, al menos en lo que va de año. Entre enero y septiembre, las exportaciones de mercancías se incrementaron un 6,57% y alcanzaron los 5.100 millones de euros, un nuevo máximo histórico de la serie y una evolución mejor que la mayoría del resto de provincias. Las importaciones también se incrementaron y lo hicieron un 22,47% hasta los 3.305 millones, también en máximos. Como resultado, el saldo comercial de los ocho primeros meses del año alcanzó los 1.795 millones de euros. Durante el mismo periodo del año pasado el saldo fue un 12% superior.

Que la diferencia entre lo que Castellón vende al exterior y lo que compra de fuera se estrecha cada vez más se deben, según los expertos, a la mejora económica. Las familias consumen más y eso provoca que entren más productos del extranjero. La mayor actividad empresarial y el alza de los precios energéticos también explican porqué las importaciones se han disparado este año.

Pero, ¿de dónde proceden los productos que cada año Castellón compra en el extranjero? El grueso llegan desde Italia, el principal suministrador de productos. Durante los nueve primeros meses del año, las importaciones desde ese país han superado los 337 millones de euros, un 23,1% más que el 20016. A Italia le sigue Kazajstán, que vende a Castellón productos por valor de 265 millones, Nigeria y Rusia. China también ocupa uno de los puestos de cabeza y las importaciones ascienden a 177,2 millones.