Los proyectos para la provincia que incluyen los presupuestos aprobados ayer por la Diputación de Castellón, que suman más de 131 millones de euros, podrán ejecutarse con recursos propios de la institución provincial, ya que, según aseguró su presidente, Javier Moliner, y corroboró el diputado que defendió las cuentas del 2017, Salvador Aguilella, no implican la petición de créditos.

Además, reciben su visto bueno en un ejercicio en el que la Diputación ha amortizado 14,3 millones de su deuda, que ha descendido, por tanto, hasta los 59 millones. En este sentido, Moliner reiteró durante la sesión plenaria que, a partir de enero, «estemos en disposición de adelantar dinero a los ayuntamientos que lo necesiten», en una cantidad de hasta 60 millones de euros, «porque la tesorería lo permite».

El equipo de gobierno, con su presidente al frente, ha puesto en acento en cuatro ejes, de los que igualar las oportunidades de todos los castellonenses, independientemente de donde vivan, absorbe el grueso de las cuentas, con 73,5 millones; le sigue la eficiencia en la gestión, con 26,9 millones; la divulgación del patrimonio, con 16,9; y el impulso del territorio, con 13,7.