La Diputación de Castellón contará en el 2018 con un presupuesto que vuelve a ser récord, al contar con un total de 135 millones de euros, cuatro más que en el 2017.

Son, además, unas cuentas en las que el grueso de las actuaciones --más centradas en servicios que en obras-- está orientado a paliar la despoblación del interior provincial, como explicó ayer el presidente de la institución, Javier Moliner, en la presentación del proyecto que ya ha remitido a la oposición para iniciar una ronda de contactos orientados a tratar de buscar el consenso.

Moliner, quien resaltó el avance cuantitativo sobre el 2012 (19 millones más), definió la pérdida de población como el «gran reto» que estos presupuestos tratan de abordar, ya que, detalló, «65 de los 135 municipios tienen menos de 500 habitantes y 19 menos de 100, datos que constatan que el 65% de los pueblos están en riesgo de despoblamiento».

Añadió que las expectativas del crecimiento vegetativo de los próximos años son negativas, lo que genera una «situación preocupante», por lo que el objetivo troncal de las cuentas del 2018 está en «construir puentes de progreso entre la costa y el interior», para equiparar oportunidades y no solo fijar la población, sino tratar de atraer hacia las comarcas de montaña de la provincia a nuevos habitantes.

mejora económica // El presidente de la Diputación señalo sobre el incremento del presupuesto que «ha sido posible gracias a la mejora económica y la eficiencia en la gestión del gobierno provincial, que le ha permitido reducir hasta en un 92% el pago de intereses a los bancos, pasando de pagar 3,9 millones de euros anuales en intereses a apenas 218.000 €, destinando esos recursos a más inversiones en los municipios».

Añadió que las cuentas, que se aprobarán en la sesión plenaria del próximo día 21, «ponen al servicio de Castellón y todos sus vecinos el 100% de los recursos» de la institución, un total de 135.076.422,60 euros «para hacer de la provincia de Castellón una tierra más justa y próspera para todos, vivan donde vivan».

Javier Moliner detalló en cuatro los ejes estratégicos de los presupuestos: igualdad de oportunidades (79,5 millones de euros), impulso del territorio (16,8 millones), divulgación del patrimonio (9,4 millones) y, por último, transparencia y eficiencia en la gestión (22,4 millones).

El máximo responsable de la Diputación, quien aseveró que las cuentas «no buscan rentabilidad electoral, sino el beneficio de todos», señaló que se trata de «un presupuesto sensato, que ha escuchado a Castellón y actúa ofreciendo soluciones», detalló.

reducción de la deuda // Moliner definió su proyecto como «racional», y explicó que en cinco años la Diputación ha reducido en un 92% el pago de intereses a los bancos, pasando de abonar 3,9 millones anuales por este concepto en el 2012, a solo 218.000 euros previstos para el 2018, después de haber reducido la deuda financiera a 27 millones.

Y añadió que «por primera vez en la historia», todo el dinero que prestan «a los ayuntamientos procederá de recursos propios, sin recurrir a un banco, por lo que no se cobrará ningún interés a los municipios», subrayó.

por el consenso // Moliner aseguró por último que, en consonancia con el «compromiso de transparencia» el documento de los presupuestos fue facilitado ayer a los grupos políticos para «en el espacio de 10 días hacer reuniones individuales y tratar también el tema en la junta de portavoces», con el fin de alcanzar el máximo consenso posible.