De norte a sur de la provincia, los municipios castellonenses celebraron el 9 d’Octubre. Una cita que volvió a combinar el carácter institucional y lúdico con las múltiples sensibilidades sobre los símbolos autonómicos. Fue el caso de Almassora, con el homenaje a Jaume I por parte de las autoridades y entidades locales, con críticas del PP por el tamaño de la bandera cuatribarrada en la fachada del consistorio. Caso parecido fue el de Benicarló, con una enseña de este tipo en el campanario, objeto de comentarios en las redes sociales. En la Vall, una gran cuatribarrada volvió a rodear el balcón del consistorio, con la senyera en medio, pero no hubo reacción política.

Una de las modas de los últimos años es la incorporación de muixerangues. Fue el caso de Vinaròs o Moncofa, que amenizaron las ofrendas y actos oficiales. En cuanto a Orpesa, varios colectivos recrearon la historia de la conquista de la localidad; y en Burriana se aprovechó esta fecha señalada para entregar la Medalla de Oro de la ciudad a la Cruz Roja por su centenario. Betxí dedicó el día al patrimonio para mostrar a medio centenar de vecinos las obras que se ejecutan en el Palau.

Benicàssim y les Alqueries contaron con discursos de sus alcaldesas. Y en Onda, el PP hizo su propia ofrenda, a modo de protesta por la ausencia de actos del Ayuntamiento. Informan P. Rodríguez, J. Martí, M. Á. Sánchez, E. Sanz, E. Bellido, M. J. Sánchez y J. Flores. H