Históricamente los mercados suelen aplaudir el éxito republicano en las elecciones en Estados Unidos. «Con los republicanos a los mandos normalmente esperas una regulación ligera del mercado, una fiscalidad favorable para las empresas y un recorte general de impuestos. Trump puede asumir perfectamente la agenda republicana sobre la economía», considera Stefan Kreuzkamp, responsable de inversión de Deutsche Bank Asset Management. Recordó, además, unas palabras Trump pronunciadas en mayo pasado: «Todo lo que puedo decir ahora -no soy el presidente y por tanto es una suposición- seré flexible en muchos aspectos, porque creo que hay que ser así».

Si Trump va a ser flexible con su política y favorable a la agenda económica republicana ¿por qué amanecieron los mercados con descensos generalizados? En síntesis, la reacción fue negativa, especialmente en lo que se refiere a los activos relacionados con los mercados emergentes. A primera hora, las inversiones refugio se movieron al alza con gran fortaleza, mientras que la renta variable y las divisas de los países emergentes sufrieron caídas.

DESCENSOS MODERADOS / Lo cierto es que con la apertura al alza de Wall Street, se moderaron los descensos también en los mercados europeos, donde parquets como Fráncfort, París y Londres cerraron con ganancias y las pérdidas en los otros -el Ibex 35 cedió el 0,40%- fueron moderadas, pese a que muchos analistas aún esperan descensos más prolongados. El efecto Trump, según James Butterfill, director de análisis en ETF Securities, implica: «A corto plazo subirá el precio del oro, ya que los inversores buscan un activo refugio de una manera similar a lo que vimos tras el referéndum sobre el brexit. A medio plazo, el yen japonés y el franco suizo serán los grandes beneficiados. La volatilidad cambiaria es negativas para la libra esterlina».

Los riesgos apuntan más hacia fuera de Estados Unidos que hacia adentro. Desde que se conoció el resultado, México es uno de los mercados que más sufre por sus estrechos lazos comerciales con EEUU. Centroamérica, en general, es una de las regiones que pueden resultar perjudicadas. «Si Donald Trump consigue aplicar la pesadilla organizativa que supondría deportar a los inmigrantes ilegales, las remesas de estos inmigrantes dejarán de llegar y eso repercutirá en las economías de sus países de origen», plantea Claudia Calich, gestora M&G Emerging Markets Bond Fund.

Y en cuanto a las relaciones con China, hay que vigilar la introducción de aranceles y la posibilidad de que el Tesoro designe a ese país como manipulador cambiario.

La presidencia de Trump puede tener también otros efectos. Y es que los mensajes lanzados por el hasta ahora candidato «han tenido un claro sesgo proteccionista y antiglobalización, lo que supone una amenaza para el actual statu quo del comercio mundial», destaca Banc March. Se plantea la posición de EEUU en sus tratados comerciales, especialmente con las economías emergentes, aunque también con la mismísima Europa.

De hecho desde el Banco Central Europeo se hizo saber ayer que la institución hará lo que sea necesario para mantener a flote los mercados. H