El estallido de la crisis originó en España un fenómeno que hacía décadas que no se producía: la emigración económica. Muchos profesionales de la provincia, sobre todo jóvenes universitarios, que perdían su trabajo o no encontraban un hueco en el mercado laboral, decidieron probar suerte en el extranjero, lo que aumentó la salida de población. Y aunque en Castellón el fenómeno nunca fue masivo, calculan que entre 4.500 y 5.000 personas dejaron la provincia entre el 2010 y el 2015. Ingenieros, profesores, enfermeras o maestras que se fueron a Londres, París o Bruselas a trabajar. Hoy, casi una década después, deshacen el camino y empiezan a volver a casa. En el primer semestre de este año regresaron 239 nacionales a Castellón, según los datos de flujos migratorios publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). O lo que es lo mismo: una media de 40 al mes. Son, además, un 17% más que en el mismo periodo del año pasado, cuando fueron 204. Si se toma como referencia el último ejercicio y medio, la conclusión todavía es más clara: casi 700 castellonenses han dicho adiós a su aventura en el extranjero y han regresado a la provincia.

La vuelta a casa de los que se fueron por falta de oportunidades laborales no es un fenómeno exclusivo de Castellón. En España y durante los seis primeros meses de este año regresaron un total de 33.028 nacionales, el número más alto de la serie que realiza el INE y un 20% superior al del mismo periodo del ejercicio anterior.

El regreso de españoles se ha disparado en los últimos años, hasta el punto de duplicarse desde el 2013. Un par de ejemplos basta para entenderlo la situación actual: durante el primer semestre del 2013 volvieron 103 españoles. Este año han sido 239, más del doble.