La pésima campaña citrícola, que ha asestado un golpe tremendo a los agricultores castellonenses, también ha afectado de lleno a las empresas. El presidente de Asociex, Jorge García, estima la caída de los envíos «en torno a un 10%» en la temporada que acaba y los datos del Icex (hasta febrero, última cifra disponible) señalan que el descenso es del 6,4%.

A pesar de este acusado bajón (que se deja notar en la mayoría de los países), hay mercados que se están comportando al alza. Entre ellos, García destacó ayer China, la zona a la que «más han subido» los envíos, reconoció.

Eso sí, señaló que el gigante asiático no es una alternativa viable para exportar cítricos desde Castellón. El motivo es que casi toda la fruta que parte hacia allí son naranjas, que aguantan mejor el mes de viaje, y las clementinas, con las que fundamentalmente trabajan los comercios y cooperativas provinciales, llegan al destino muy deterioradas.

Así las cosas, aunque el año pasado y este los envíos castellonenses a China vienen triplicándose, los 3 millones de euros de fruta que han partido desde la provincia (en el 2014 no se exportó nada) todavía son una cifra exigua.

Por el contrario, el mercado que peor se ha comportado en esta campaña es el estadounidense, apuntó el presidente de Asociex, que cifró «en 10.000 ó 12.000» las toneladas que han partido hacia Philadelphia desde Castellón en esta campaña. Así, tras seis años de caídas en los envíos, el sector da prácticamente por perdido el mercado americano, debido a que EEUU «ha plantado muchas clementinas, nadorcott, mandarinas,...» y esta competencia local hace muy difícil de situar la fruta provincial, que tiene que superar un protocolo muy restrictivo para viajar a los EEUU.

La libra no ayuda

Respecto a otros mercados tradicionales, el presidente de Asociex afirmó ayer en Lledó que la devaluación de la libra por el brexit «empieza a notarse» en las exportaciones de clementinas castellonenses a las islas británicas. Y, cara al futuro, solicitó que se reabra el mercado ruso, cerrado desde hace años por el veto a la importación de productos alimentarios europeos, y la India, con muchos millones de potenciales clientes.