Los planes de pensiones pierden adeptos y lo hacen porque en Castellón las familias prefieren otras fórmulas. Y la palma se la llevan más cuentas corrientes y de ahorro. Nada menos que los hogares de la provincia guardan 7.524 millones de euros en este tipo de cuentas, mientras que en depósitos a plazos tienen otros 4.751 millones, según datos del Banco de España correspondientes al pasado mes de marzo. El problema es que todo ese dinero, algo más de 12.200 millones, apenas les da rentabilidad.

En un contexto de tipos de interés en mínimos históricos, la remuneración que ofrecen las entidades financieras es prácticamente nula. En lo que va de año, el tipo de interés medio pagado por los depósitos a 12 meses se ha situado en el 0,10%, mientras que el rendimiento del dinero colocado en cuentas apenas llega al 0,05%. En la práctica eso significa que un ahorrador que coloque 10.000 euros en un depósito a 12 meses con una TAE (tasa anual equivalente) del 0,10% solo lograría un ganancia de 10 euros. A esa cantidad hay que descontar todos los impuestos y, por lo tanto, el beneficio neto sería algo menor, de solo 7,9 euros.

¿DÓNDE SE GUARDA EN DINERO? La escueta rentabilidad que ofrecen los depósitos a plazo fijo está provocando un llamativo transvase de dinero desde estos productos hasta las cuentas, cuyo saldo no deja de crecer. Las cuentas a la vista continúan al alza en la provincia, desde los 3.046 millones de finales del 2016 a los 3.389 del pasado mes de marzo.

También ha habido un incremento de las cuentas de ahorro (un producto, en realidad, muy similar a la cuenta corriente), que han pasado de 3.776 millones a 4.145. El dinero regresa a las cuentas corrientes, cuyos intereses son todavía más ínfimos, pero que tienen una ventaja clara: permiten la libertad de movimiento instantáneo.