La operación Soule no solo ha afectado a la RFEF, sino también a la Federación Valenciana, que ayer vio como la UCO de la Guardia Civil irrumpió en la sede de la FFCV en Valencia, así como en la agencia de viajes propiedad del presidente del fútbol valenciano, Vicente Muñoz, quien tuvo que acudir a declarar por la tarde en la comandancia de Patraix.

Dichos acontecimientos, evidentemente, no podían pasar inadvertidos en la provincia de Castellón. Mediterráneo sondeó ayer a tres de los hombres fuertes de Vicente Muñoz en tierras castellonenses, quienes apelaron a la presunción de inocencia y alabaron la figura del presidente de la FFCV tanto como dirigente, como gestor y como persona.

El vicepresidente del ente valenciano, Laureano Benedito, natural de Viver pero afincado en Castellón, confesaba estar «al margen de la situación», valoraba al presidente: «Creo en la honestidad de Vicente Muñoz, para mí un amigo y una gran persona. Yo si le habrá llegado algo de lo que se relaciona con Villar, no lo sé, pero lo único que tengo claro es que hay que creer en la presunción de inocencia, porque creo en la honestidad de Muñoz».

El delegado de la FFCV en Castellón, José Díaz, aconsejaba «ser cauto en este tipo de situaciones». «Soy fiel a Vicente Muñoz, gran gestor y una gran persona. Si no se demuestra lo contrario, creo en él», explicaba, añadiendo que «es amigo de sus amigos».

Por último, Bernabé Perales, de la delegación de la Vall d’Uixó, indicó que «Vicente Muñoz tendrá todo mi apoyo hasta que un juez diga lo contrario. Le admiro y es un gran presidente».