Castellón vende sol, playa... y festivales. La provincia se posiciona a la cabeza del turismo más joven con la concentración de tres de las citas más importantes del año musical en España, como son el Arenal Sound en Burriana y el Festival de Benicàssim (FIB) y el Rototom Sunsplash, con una previsión de superar el impacto económico de 60 millones de euros registrado el año pasado.

Las tres citas tiran de las visitas juveniles que, según Andrés Martínez, vicepresidente de Turismo de la Diputación, superarán este verano los 650.000 espectadores del pasado año. Todos prevén “crecer”, sobre todo el FIB, que desde el 2011 ha ido perdiendo fuelle pero este año quiere posicionarse en “40.000 personas diarias”, frente a las 29.000 del 2015, según fuentes de la promotora, Maraworld. Rototomers y sounders se consolidan y las citas van “hacia arriba”, con unos carteles atractivos para captar espectadores de un perfil más amplio, según fuentes de cada festival.

Las cifras no tocan techo por el empuje de otros festivales que toman fuerza en la provincia y fuera. El Electrosplash, que el año pasado duplicó su asistencia, 4.400 espectadores, este año “va a más”, según su director, Vicente Salvador, en “una edición clave para la consolidación, con más horarios y más música en directo”, que se presentó el jueves en Vinaròs. También hacia arriba va el Feslloch, que el pasado 2015 rebasó los 15.000 espectadores y este 2016 espera “superar esa cifra”. “La venta de entradas va muy bien”, señalan desde la organización.

El diputado provincial avala que “no son solo los tres festivales grandes”, sino que hay “otros que no paran de crecer”. Ahí están el Bestialc de l’Alcora --que arranca el día 18--, o el Orfim de Orpesa y el Moncofa Al Carrer, y otros consolidados como los de Música Clásica y Jazz en Peñíscola, Morella o el Tárrega de Benicàssim.

Y a más visitas, más empleo. Un informe del ente provincial apunta a que “se superarán los 5.000 empleos directos, 2.200, e indirectos, casi 3.000, del 2015, con una previsión al alza”.

PERFIL INTERNACIONAL // El presidente de la Agencia Valenciana de Turismo, Francesc Colomer, destacó “el potencial de los eventos para atraer visitantes de diferentes características, pero sobre todo internacional y de futuro”.

Este 2016 será, según la previsión de los tres macrofestivales del verano, “un año de crecimiento”. El perfil y los beneficios varían. El Arenal, el nº 1 estatal en asistentes --250.000 en 2015--, tiene principalmente público nacional, aunque cada año suma más europeo. Su impacto en Burriana fue en el 2015 de 24 millones. Más internacional es el FIB que vivió un “2015 del cambio”, con 115.000 espectadores que dejaron 20 millones, la mitad británicos o irlandeses, un 45% nacional y un 5% repartido entre muchas nacionalidades. El Rototom, con un retorno de 12 millones en Benicàssim, sumó 240.000 personas de más de 100 países. H