El conseller Marzà anunció ayer la intención de la Generalitat de estudiar la posibilidad de suprimir la exención de la enseñanza del valenciano en las zonas castellanoparlantes (en la provincia las componen las comarcas del Alto Palancia y del Alto Mijares).

“El valenciano no es una circunvalación, sino una vía de comunicación con sus vecinos”, dijo Marzà en referencia a las localidades castellanoparlantes. Así, matizó: “A los padres no les preguntamos si quieren que enseñemos matemáticas o no a sus hijos, porque es bueno para ellos, es una oportunidad. Y lo mismo pasa con el valenciano”. “Es un derecho que nosotros hemos de fomentar con toda la fuerza posible, para que se pueda disfrutar en todos el territorio sin discriminación”, reinvindicó el conseller, quien recordó, al mismo tiempo, que el Consell “ha encargado un nuevo decreto de plurilingüísmo”, pero “en función de lo que digan los propios expertos”.

Por otro lado, Marzà también propone exigir el conocimiento de la lengua como requisito indispensable para los funcionarios de la Administración pública de nuevo acceso. “Hemos de ir más allá de considerar el valenciano como un mérito del personal más”. En este sentido desveló que en la actualidad “el 70% de los funcionarios ya cuenta con su titulación y certificación”. H