La falta de financiación del Consell o las trabas a la contratación por la tasa de reposición impuesta por el Gobierno central frenan el crecimiento de la Universitat Jaume I (UJI). El rector, Vicent Climent, critica que «hoy por hoy es impensable abordar nuevos proyectos», refiriéndose tanto a «nuevas carreras», como la anhelada Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, aparcada sine die desde hace cuatro cursos; como a la ampliación del parque científico, que acaba de cumplir 10 años y está en plena fase de desarrollo; además de la necesidad de más personal para afrontar el avance de los títulos de Salud.

La prioridad para la UJI en estos momentos es «acabar la facultad de Ciencias de la Salud», y esto «condiciona todo lo demás», explica el máximo responsable de Riu Sec, que afronta su último curso en el cargo. La primera promoción terminó el pasado junio sin haber pisado la nueva sede de los estudios de Medicina, Enfermería y Psicología, que se mantienen en la ampliación de Ciencias Humanas y Sociales. «Esto cambiará el curso que viene», dice Climent, quien sostiene que «a finales de este año está previsto acabar la primera fase y licitar la segunda en el 2018, para que esté acabada en el 2020», detalla.

CON FONDOS PROPIOS //

La UJI se plantea que la segunda fase de Salud «tendrá que adelantarse con fondos propios». Son 12 millones, que sumarán un coste final a 27 millones, con los 15 de la primera fase, y el Consell solo ha presupuestado seis en sus cuentas. Y el curso que viene, además, con la novedad de integrar a los 60 alumnos por curso de Enfermería del Sagrado Corazón a la UJI, duplicando las plazas en esta titulación. Eso sí, en este caso «con una línea presupuestaria aparte prevista por el Consell».

El rector critica que una de las causas del freno al crecimiento es la «caída de la subvención directa del Consell en hasta 12 millones desde el 2010», explica Climent. «Hemos pasado de 74,2 a 61,5 millones, congelados además desde hace dos ejercicios, y necesitamos recuperarlos para plantear nuevas carreras o ampliar el Espaitec, entre otros proyectos que ahora no se pueden materializar», subraya. El rector califica la situación económica del campus como «al límite, en precario».

«Con la subvención congelada no podemos pensar en nada más de momento que terminar la sede de Salud. Ya es difícil implantar Medicina y Enfermería, con lo que Ciencias del Deporte es inviable hoy por hoy», señala.

La UJI guarda en un cajón el plan de estudios aprobado por la Agencia Nacional de Evaluación y la Calidad y Acreditación (ANECA), a la espera de que salga el sol de la financiación autonómica para que se haga realidad ante la gran demanda de estos estudios. «Tenemos la infraestructura, pero no profesorado», reitera. «La imposibilidad de ampliar el personal docente por la famosa tasa de reposición del 10% nos limita, y mucho, y es una de las reivindicaciones más repetidas ante el Ministerio». Y mientras, la universidad privada CEU-Cardenal Herrera anuncia que se plantea abrir la carrera en Castellón, adelantándose, como ya pasó con Medicina y Enfermería, a la Jaume I, al sí tener los medios.

Climent pide «recuperar la subvención del 2010 y un nuevo plan de financiación, ya que el del 2010-2017 no se ha puesto en marcha ni siquiera cumpliendo con el condicionante de un crecimiento del PIB autonómico. Ni así, y ya urge». «Necesitamos financiación adicional», remarca.

Otra batalla económica de la UJI son las tasas, rebajadas, que dejan menos dinero en la caja. «Se anunció una rebaja del 7% este curso y del 8% el que viene, y que se compensaría esa caída de ingresos a la universidad. ¿Cómo? Dicen que no será este 2017, sino en el 2018, con los alumnos matriculados; lo mismo en el 2018, cara al 2019», dice el rector.

FONDOS A LAS PERSONAS //

No obstante, el rector de la UJI es «consciente del grave problema de infrafinanciación que vive la Comunitat Valenciana» y destaca que «la financiación de este año del Consell ha ido a las personas, con tasas más bajas para las familias, más becas y de más tipos, y la recuperación de los derechos laborales de los trabajadores de la UJI, pero no se ha recuperado ni un euro de los recortes del exconseller Vela en el 2012. Hay que revertir la situación».