Una de las primeras cuestiones que tuvo que afrontar Fran Escribá en su primera comparecencia oficial ante los medios era si consideraba “un marrón” tener que afrontar una cita vital como la de hoy con un equipo tan menguado de efectivos. A pesar de todos los pesares, el nuevo entrenador amarillo mantiene el optimismo. “Veo la eliminatoria como lo que es, un reto, y, además, bonito. Este cuerpo técnico no lo ve como un marrón”, apuntaba Escribá, flanqueado por el capitán, Bruno, que a última hora solventaba sus problemas de espalda: “Estoy ya a disposición del míster”.

Escribá no va de víctima. “No vemos las bajas como un problema, sino como un reto”, proseguía el técnico, que aun sin varios de sus hombres clave cree que el Villarreal tiene “armas suficientes como para pasar la eliminatoria”. La plantilla coincide. “No hay presión, pero sí una gran responsabilidad de ratificar la plaza de Champions. Queremos pasar y disfrutar de una competición tan importante”, decía Bruno, que confía en el Madrigal para solventar la papeleta de hoy frente al Mónaco, un rival que Escribá ve “a un mismo nivel” que del Villarreal. “Esta eliminatoria está completamente igualada. Si alguien piensa que hay un favorito está equivocado. Todo quedará a expensas de la vuelta”, sentenció el míster groguet. H