El Gobierno español quitó importancia al desarme de ETA y avisó a los terroristas de que «no pueden esperar ningún trato de favor y mucho menos impunidad». El ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, grabó una declaración institucional sin preguntas para exigir a la banda que se deje de «operaciones mediáticas para disimular su derrota», anuncie «su disolución definitiva» y pida perdón a sus víctimas. La posición del Ejecutivo de Mariano Rajoy contrastó con la mantenida por Francia. El titular de Interior galo, Matthias Fekl, compareció horas antes que su homólogo y calificó de «gran paso» la entrega por parte de ETA de las localizaciones de ocho depósitos de armas. Fekl hizo una declaración en la que recordó a «todas las víctimas», en especial a las de las fuerzas de seguridad. Zoido dijo que el episodio de ayer «no es más que la consecuencia de la derrota definitiva por la democracia española con las armas de la ley, la unidad política, la cooperación internacional así como por la eficacia y entrega de fuerza y cuerpos de seguridad del Estado». El ministro añadió que el Ejecutivo velará por el respeto a las víctimas.

CLAVE / Por su parte, el presidente del Ejecutivo vasco, Íñigo Urkullu, en la línea de Francia, aseguró que «la confirmación del desarme» es clave en la desaparición de la banda. Según Urkullu, a partir de ahora hay un proyecto de futuro con un objetivo principal: tener una «convivencia normalizada».

El viernes, tras el Consejo de Ministros, el portavoz, Íñigo Méndez de Vigo, reiteró que con este gesto los etarras no sacarán ningún «rédito» y agradeció el apoyo de las fuerzas políticas a la posición del Ejecutivo. La mayoría de partidos se pronunciaron ayer con cautela. Por parte del PSOE salieron los tres candidatos a las primarias. Susana Díaz señaló que España no tiene nada que agradecerle a ETA porque la «derrota» ha sido «a manos de la democracia», un mensaje parecido al de Pedro Sánchez. Patxi López, que era el presidente vasco cuando la banda anunció el cese de la actividad armada en el 2011, dijo que este paso supone «la foto de la victoria de la democracia y la derrota del terrorismo». El secretario de Ciudadanos en el Congreso, Miguel Gutiérrez, tachó de «escenificación ridícula» la entrega de armas, y dijo que se trata de un «nuevo engaño de una banda terrorista que intenta blanquearse». Para Podemos, la única formación política de Euskadi que junto con EH Bildu envió una delegación a los actos de Bayona, el desarme «llega tarde». Ciudadanos, con un tono más árido, tachó el paso de la banda como de «escenificación ridícula». Según el peneuvista Joseba Egibar, el acto tiene «una relevancia histórica» y el parlamentario de EH Bildu, Julen Arzuaga, consideró que «se ha cumplido la palabra dada por ETA de desarmarse».