El sector azulejero de Castellón crece y genera riqueza, a pesar de los constantes olvidos y ninguneos de las administraciones públicas, por no hablar de auténticas trabas para el funcionamiento del clúster. El anuncio realizado el martes por el conseller de Hacienda y Modelo Económico, Vicent Soler, en Castellón, donde admitió que no iba a poner en marcha ningún plan de reindustrialización para el sector “porque no hay un duro”, no es más que la evidencia, una vez más, de una realidad que pese a todo no ha impedido que el sector avance, incluso en los peores momentos de la crisis: la producción crece ahora al 13,9%, las exportaciones se cerraron en el 2015 con un récord de 2.452 millones, las ventas en el mercado nacional crecen al 12% pese a la apatía del consumo; las empresas crearon empleo y, además, las 21 mayores compañías han vuelto a fijar sus beneficios del 2014 en niveles de precrisis. Sin olvidar que el azulejo aporta un superávit anual a la balanza comercial de España de 2.384 millones de €.

ASUNTOS ETERNIZADOS // Las cifras acreditan que el sector vuela solo a pesar del poco apoyo que le brindan las administraciones públicas, tanto del Ejecutivo central como del gobierno autonómico.

“Lo que pedimos a la Generalitat es una clara apuesta por la industria. Con independencia de que algunas medidas tengan un desarrollo limitado por falta de financiación, situación que lamentamos, es preciso definir una política industrial autonómica clara, a medio y largo plazo”, defiende el presidente de la patronal Ascer, Isidro Zarzoso, quien añade que “la regulación industrial, medioambiental... debe ser sencilla, reducida y coordinada entre todas las administraciones”.

A finales de febrero, el propio presidente del Consell, Ximo Puig, se reunía con la junta directiva de los fabricantes de baldosas para prometerles la constitución de la mesa del azulejo “en un mes”. Pero nada más se ha sabido de este órgano llamado a coordinar la estrategia industrial que necesita el clúster. El sector ya conoció también que la Generalitat no financiará, al menos en este 2016, un plan de apoyo a la rehabilitación de viviendas con ayudas directas por valor de 3 millones de euros, mientras queda por concretar de qué partida se extraerán los 1,5 millones que finalmente aprobaron Les Corts para financiar proyectos, tras obviarlo inicialmente de estas medidas con respecto a otras industrias tradicionales.

Sonadas han sido también las reclamaciones de Ascer del “corredor mediterráneo, pero el de verdad, no la chapuza que está haciendo el Ministerio”, en alusión al tercer carril proyectado, en aras de la “competitividad”, o la devolución del complemento de eficiencia energética, después que el exministro de Industria Soria eliminara este apoyo a la cogeneración. En el lado positivo de la balanza queda, al menos, la puesta en marcha del hub del gas, largamente reivindicado y, finalmente, activado en noviembre del 2015 para rebajar precios.

“Es fundamental que la Generalitat medie con Madrid en el desarrollo del Corredor y en cuestiones tan importantes ante otras administraciones como el comercio de emisiones, la política energética o la remoción de barreras comerciales...”, exigen, a la espera de que “cristalicen”. H