Hace ocho años encontrar una plaza en una escuela infantil pública de Castellón era misión imposible. La lista de espera era interminable y en muchos centros el número de solicitudes doblaba al de plazas disponibles. En las guarderías privadas ocurría prácticamente lo mismo y lo normal era colgar el cartel de completo semanas antes de empezar el curso. Era la época en la que en la provincia nacían más de 6.500 bebés al año y el desempleo alcanzaba récords negativos, con una tasa de paro inferior al 6%. Pero aquello nada tiene que ver con el panorama actual. La crisis económica y, sobre todo, el brusco descenso de la natalidad ha provocado una caída de la demanda hasta el punto de que el 31% de las plazas que ofertan los centros de Castellón están vacías.

La asociación Salvem 0-3, que agrupa a más de un centenar de centros privados de la Comunitat y que nació el pasado otoño tras la puesta en marcha de las aulas de dos años en colegios públicos, acaba de publicar un informe sobre el estado por el que atraviesa el sector. Y la situación no es nada boyante. “Las escuelas infantilles llevamos muchos años tocadas. Hemos asistido a un descenso importante de la natalidad y, a la par, a un incremento de la oferta de plazas”, cuenta María José González-Mayo, secretaria del colectivo. Dos datos bastan para comprender el delicado momento que viven las guarderías: desde el 2008 la natalidad ha caído un 23% mientras que, en la Comunitat, el número de centros (privados, pero también públicos y concesiones) se ha disparado desde los 546 del 2010 a los 712.

61 AULAS VACÍAS // En Castellón los resultados tampoco son halagüeños. Las 54 escuelas infantiles subsisten como pueden y lo hacen con más de un millar de plazas vacantes, según el informe de Salvem 0-3. “Este curso se han quedado en la provincia 61 aulas vacías, es decir, cerradas por falta de alumnos, y 1.201 plazas vacantes”, apunta González-Mayo.

Que en la provincia existan 1.200 plazas vacantes significa que el nivel de ocupación de las instalaciones que cuentan con bono infantil (las autorizadas por la Conselleria de Educación) alcanza el 69% si se tiene en cuenta que entre el medio centenar de centros ofertan 3.790 plazas.

No a todas las escuelas infantiles les va igual. Pese a lo que podría parecer, el nivel de ocupación de los centros municipales (tanto los gestionados directamente por los ayuntamientos como los que disponen de una concesión) es menor. Las 17 guarderías municipales, entre las que se encuentran desde centros como los de Almenara, Betxí, Cabanes o Torreblanca a guarderías como Chupetes y Biberons en la capital, la desocupación es del 36,4%, con 30 unidades vacías y 487 vacantes. En los centros privados, el nivel de desocupación baja al 29,2% y entre todos suman 31 aulas cerradas por falta de niños y 714 sillas vacías. Al cierre de aulas se une también el descenso de las actividades extra. Menos niños hacen uso del comedor y casi ningún alumno quedan más allá de las 17.00 horas. Y a menos servicios menos ingresos.

Pese a que la situación en las guarderías privadas es algo más boyante que la de las públicas, en el sector nadie respira tranquilo. No lo hacen las escuelas de nueva creación y tampoco las que llevan décadas atendiendo a pequeños de entre 0 y 3 años. Entre las veteranas está Kinder Park, en Vila-real. Con más de 40 años en el sector su responsable, Ana Llorens, ve el futuro con “incertidumbre”. Y la explicación hay que buscarla en el descenso de la natalidad pero también en el programa piloto que en octubre puso en marcha la Conselleria, y que en la provincia supuso la apertura de seis aulas de 2 a 3 años en colegios de Castellón, Vila-real, Burriana y La Vall d’Uixó. “Los niños de entre 2 y 3 años suponen el 70% del alumnado, así que la iniciativa nos repercute negativamente”, describe Llorens.

AYUDA MUNICIPAL // Para evitar que la situación vaya a peor, en Vila-real pero también en Castellón, las escuelas infantiles han pedido ayuda a los ayuntamientos. “Hemos transmitido a los alcaldes la situación en la que nos encontramos y les hemos pedido que medien ante la Conselleria para evitar una fuga de alumnos hacia las escuelas”, explican. H