Un nuevo frente entre el Gobierno y las autonomías abre otra incógnita para el próximo curso, esta vez en relación con las reválidas de Bachillerato y Secundaria (ESO). En teoría, ya deberían aplicarse a partir de este curso. Sin embargo, la Generalitat valenciana ha mostrado su oposición a la prueba y el conseller de Educación, Vicent Marzà, ha anunciado una reunión --cuya fecha se decidirá a finales de agosto-- entre las autonomías reticentes a aplicarla.

El presidente de la Confederación autonómica de AMPA Gonzalo Anaya, Màrius Fullana, mostró su rechazo frontal a las mismas: “Pensamos que es volver al pasado y que no aportan nada. Estamos por la evaluación a lo largo del curso. En una prueba de este tipo lo que hace el alumno es jugarse todo a una carta. Puede encontrarse mal y todo el trabajo que ha hecho no se ve. Es totalmente injusta”.

“No tenemos claro que un Gobierno provisional pueda regular una cosa tan importante, máxime cuando la mayoría de grupos politicos se han manifestado contrarios a la LOMCE”, manifestó Màrius Fullana.

CON PRISAS // “¿Cómo hacen esto con tanta prisa, teniendo en cuenta además que desde el partido del Gobierno anunciaron que iban a sentarse a negociar sobre el tema de la educación? No cuadra, pues, con lo que estan diciendo. En una cuestión en la que hay tanta discrepancia, deberían congelarla para hablar más adelante”, señaló.

Asimismo, los sindicatos autonómicos también consideran deslegitimado al Gobierno para desarrollar estas normas.

La Generalitat también se opone. Y es que, según el secretario autonómico de Educación, Miquel Soler, “no tiene ningún sentido hacer reválidas a la ESO o a Bachillerato para obtener la titulación correspondiente, y en cambio se puede obtener el título, por ejemplo, de Medicina, sin tener que superar ninguna prueba externa”.

Asimismo, sindicatos y AMPA critican la nula previsión de salidas adecuadas para el que no las pasa; “solo repetirla, lo que abre una nueva vía de negocio a las academias y condena al que no supere la prueba de ESO a la FP Básica; o en el caso del Bachillerato a hacer una FP. Fullana criticó que esta prueba puede dejar a muchos estudiantes fuera del sistema educativo, por ejemplo, “gente que querría ir a la universidad”. Más información en página 43. H