El impacto económico de los viajes de los ingleses que aterrizaron en Castellón se reflejó en un gasto medio de 47 euros al día en alojamiento, quien lo contrató; y otros 45 en partidas adicionales. De esos 45, 16 fueron a la cesta de la compra, otros 16 a restauración y el resto, ocio nocturno, excursiones, regalos y transporte. A esto se sumaría el vuelo (83 euros) y los 163,4 euros en alquilar un coche, en el 30% de los casos.

Una aplastante mayoría, el 99%, contrató por internet (de hecho, por este medio conocieron el destino uno de cada cinco, sobre todo los jóvenes, de 25 a 44 años). Quienes optaron por un paquete organizado (alojamiento y traslados en destino), solo el 1,1%, invirtieron unos 168,86 euros.

El gasto medio se situó en Castellón, “por debajo de la media autonómica y del país del visitante extranjero”, según indicó el presidente de la Agencia Valenciana de Turismo, Francesc Colomer.

Durante su estancia, Castellón ciudad fue la más visitada (20%), seguida de Valencia, y otras del litoral. El interior, por desconocido, fue menos elegido, pues Morella se situó como noveno del ránking. H