Si da una vuelta por Castellón, Vila-real, Burriana o la Vall d’Uixó el fenómeno le saltará ante los ojos. Quizás no sea nuevo, pero sí se ha multiplicado en los últimos meses. Gabinetes de belleza dirigidos por empresarias chinas, peluquerías regentadas por rumanos, bares atendidos por argentinos, restaurantes cuyo propietario dejó su Italia natal para abrir negocio en la provincia, establecimientos de reparación de teléfonos móviles cuyo jefe es de nacionalidad paquistaní, fruterías con sabor tunecino, vendedores de ropa en los puestos del mercado de origen marroquí... son solo unos ejemplos pero sirven para romper la idea de que la inmensa mayoría de los que emprenden en la provincia tienen nacionalidad española. Al contrario. Los extranjeros cambian el paso, se suben el carro emprendedor y cada vez abren más negocios. Y el fenómeno, según los expertos, todavía no ha tocado techo.

De enero a agosto de este año, Castellón ha ganado 558 nuevos autónomos, según datos de la Seguridad Social. Hasta aquí no hay ninguna novedad, sobre todo si se tiene en cuenta que el emprendedurismo sigue siendo una palabra de moda. Lo llamativo es que el 50,8% de los nuevos empresarios son de origen extranjero, 284 en números absolutos. O dicho de una manera mucho más gráfica: la mitad de los que durante los primeros ocho meses de este año han abierto la persiana de un nuevo negocio en la provincia es inmigrante.

Las palabras extranjero y emprendedurismo caminan cada vez más unidas y eso se nota en el peso que ya tienen los inmigrantes en el conjunto del colectivo de los profesionales que trabajan por cuenta propia. Hoy, los extranjeros ya representan en Castellón el 9,6% de los autónomos. Hace cinco años apenas eran seis de cada cien. Lo llamativo es que en el conjunto del país el peso de los extranjeros es algo más bajo que en la provincia, el 8,6%

El alza del emprendedurismo por parte de los extranjeros no es exclusivo de Castellón. En la Comunitat Valenciana y en el conjunto del país ocurre exactamente lo mismo: 1.795 y 15.376 autónomos inmigrantes más, respectivamente, en lo que va de año, con un importante crecimiento en todas las provincias del país. Sin excepción.

Que los extranjeros son pieza fundamental en el crecimiento del emprendedurismo en Castellón es algo que avalan los datos y que también defienden las principales organizaciones del autónomos. «Los datos vuelven a poner de manifiesto la necesidad de destacar el importante papel que juega el colectivo en la generación y recuperación del empleo autónomo. Se trata de personas muy emprendedoras y para las que el autoempleo se ha convertido en una fórmula eficaz para incorporarse al mercado laboral», sostiene Guillermo Guerrero, responsable del área de inmigrantes de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA).

MÁS EUROPEOS, MENOS CHINOS // Cada vez son más los extranjeros que deciden emprender en Castellón, pero el perfil del nuevo empresario ha cambiado con los años. Si hasta ahora el colectivo más numeroso estaba formado por ciudadanos de origen chino que abrían bazares o woks, la realidad ahora es bien distinta. Italianos, rumanos, franceses y búlgaros han tomado la delantera. «Hay un cambio de tendencia que, además, destierra falsos mitos. Si en años anteriores hablábamos que eran casi de forma exclusiva los ciudadanos chinos los responsables del crecimiento de autónomos ahora se ve cómo hay otras muchas nacionalidades que se muestran más emprendedoras, con especial atención a las nacionalidades europeas”, añade Gerrero.

Para un inmigrante comunitario abrir un negocio es tan complejo como para un emprendedor nacional. Hace falta un proyecto y capital necesario para llevarlo adelante. Pero las cosas cambian en el caso de los extranjeros no comunitarios. Chinos, marroquíes, argentinos o paquistaníes se ven obligados a cumplir una serie de trámites burocráticos que eternizan el proceso. Pero aún con esas, el número de emprendedores no deja de crecer. H