El coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos, máximo responsable de la coordinación de las actuaciones policiales para evitar el referéndum unilateral del 1-O y alto cargo del Ministerio del Interior, sostiene en un informe que el día de la consulta la actuación de los Mossos fue de «absoluta pasividad», «inoperativa», «ineficaz» y de «nula colaboración». A la vez, acusa a agentes de la policía autonómica de oponerse, entorpecer y «obstruir» la intervención de la Guardia Civil y la Policía Nacional. El escrito relata que las cargas policiales que se produjeron ese día ante la concentración de decenas de personas en los puntos de votación podrían haberse evitado si los Mossos hubieran clausurado los colegios electorales en los días previos o a primera hora de la mañana del 1 de octubre.

Pérez de los Cobos es especialmente duro con la actuación de los Mossos el 1-O en el informe que entregó hace unos días a la jueza del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), Mercedes Armas, que instruye la querella por desobediencia presentada contra el destituido presidente Carles Puigdemont y su Govern por la convocatoria del referéndum unilateral. Fue la magistrada quien lo solicitó.

El escrito detalla que desde primera hora del 1 de octubre, Pérez de los Cobos recibió informaciones que apuntaban a la «muy limitada eficacia» de la actuación de los Mossos en orden a impedir la ocupación y la apertura de los centros de votación, tal y como había ordenado el TSJC. Por esta razón, indica el coronel, fue necesario activar las primeras actuaciones de unidades de la Policía Nacional y la Guardia Civil. La crítica a los Mossos es contundente. El informe detalla que se constató que había agentes de la policía autonómica «compartiendo la actitud festiva e incluso jocosa de los que incumplían la ley, de una forma totalmente ajena a la gravedad de los hechos».