Los episodios de acoso sufridos por las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado en Cataluña, a los que se les requirió ayer a abandonar los hoteles en los que están alojados durante sus trabajos en comisión de servicio, han llevado a las autoridades del Ministerio del Interior a plantearse alternativas como recolocar a algunos de estos agentes en establecimientos situados en el extremo más al norte de la provincia de Castellón, concretamente entre los municipios de Peñíscola, Vinaròs o también Benicarló.

Fuentes empresariales consultadas por Mediterráneo dan por asegurada esta posibilidad de continuar la escalada de tensión que se vive en Cataluña. Entre ellos, el presidente de la asociación de empresarios turísticos de Peñíscola, Francisco Ribera, quien reveló que «a través de Ashotur han preguntado por la posibilidad de plazas hoteleras, ante la situación que se vive ahora en Cataluña», indicó.

Ribera puntualizó que los contactos se han mantenido a través de la patronal provincial y que se tiene preferencia por Vinaròs, Benicarló o Peñíscola, «que son los destinos más cercanos al límite con la comunidad vecina por la costa», si bien la citada llamada se ha realizado al conjunto de la provincia de Castellón.

En cuanto a la posibilidad de que se pueda materializar esta opción de alojar a la Policía Nacional y Guardia Civil, Ribera ha añadido que se «está estudiando, aunque ya hay muchas reservas de habitaciones para los puentes de octubre y el primero de noviembre», por lo que en principio sería poco viable. También está la determinación del ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, de mantenerse en hoteles en Cataluña con contratos en vigor.

Por otra parte, otras voces del sector hotelero de la provincia sí dan por segura esta posibilidad porque entienden que la escalada de tensión permanecerá y Castellón dispone de emplazamiento adecuado y plazas hoteleras suficientes para dar acogida a estos agentes con las mayores garantías. «Será cuestión de poco tiempo, sin duda, y los municipios costeros pueden dar la cobertura que no tienen ahora».

Las amenazas de desalojo, al parecer y según apuntan diversas fuentes consultadas, no afectaron a números desplazados desde Castellón, que se encuentran en su gran mayoría acogidos en las embarcaciones atracadas en el puerto de Barcelona.