L os pueblos de interior de la provincia de Castellón siempre han esperado el mes de agosto para reactivarse, sobre todo en el apartado económico, aprovechando la fuerte afluencia de visitantes a sus fiestas populares para disfrutar de actos taurinos y animadas verbenas al aire libre, con la fecha del día de la Asunción de la Virgen como el punto culminante. Hoy, el Castellón del interior celebra la festividad nacional del 15 de agosto, pero de un modo muy diferente de lo acostumbrado durante los últimos años. La pandemia del coronavrius ha dejado estas poblaciones sin su gran reclamo del verano, lo que ha obligado a buscar otras fórmulas para garantizar la presencia de gente en sus calles y mantener así la actividad comercial lo más viva posible.

Curiosamente, muchos de los pequeños municipios no solo han conseguido mantenerse, sino que han superado en este mes de agosto sus poblaciones de periodos veraniegos. El aumento del turismo local, procedente sobre todo de las localidades más grandes de la costa, y de segunda residencia y los actos culturales programados en sustitución de bous y orquestas han servido de colchón contra la crisis sanitaria. Muchas han sido las familias que este verano han decidido huir de las aglomeraciones de las playas para refugiarse en la mayor tranquilidad del interior, informa desde la comarca de Els Ports Javier Ortí . «Gente que solo venía la semana de fiestas está aquí desde julio y se quedará hasta septiembre. Este verano tenemos más vecinos que otros años», confirma la alcaldesa de Cinctorres, Mireia Mestre.

La presencia prolongada de familias que han elegido enclaves del interior para huir de otros destinos más masificados y, por tanto, con mayor riesgo de un posible contagio de covid-19 también ha favorecido a las escuelas de verano. «Este es el primer año que la hacemos», confiesa el alcalde de Herbers, localidad limítrofe con la provincia de Teruel y a pocos kilómetros de la de Tarragona. «Hay muchas familias que antes no venían hasta más o menos mediados de agosto y que ya llevan desde el inicio de las vacaciones con nosotros», añade Dani Pallarés.

Lo mismo ha sucedido en puntos del Baix Maestrat, desde donde acerca un boceto de la situación María José Sánchez . «Casas que estaban cerradas hacía años han vuelto a ser abiertas por sus propietarios», refleja la alcaldesa de Canet lo Roig, María Ángeles Pallarés, que tiene sensaciones encontradas sobre la afluencia de visitantes a su localidad durante esta pandemia de coronavirus.