U n verano sin música hasta el amanecer con solo diez amigos, y no todo el grupo, no es lo mismo. Pero el avance del coronavirus no lo ha puesto nada fácil para nadie y desde el Consell Local de la Joventut de Castelló, presidido por Pablo Salvador, comprenden las restricciones que se están adoptando para frenar los contagios, aunque reclaman más apoyo para contar con ofertas alternativas ante el candado total en pleno agosto a los locales de ocio nocturno y al toque de queda a las 1.00 horas para bares y restaurantes, incluidos los establecimientos de playa que sirven comidas y cenas pero también cuentan con ambientación musical.

«Las restricciones han llegado tras aumentar los casos de contagios de coronavirus. El ocio habrá que reinventarlo; tenemos una falta de alternativas para disfrutar frente a los planes a los que estábamos acostumbrados. Ahora está cambiando todo», manifestó Salvador, voz del ente de la capital. Los planes que organizan las entidades juveniles también chocan con los protocolos anticovid, en cuanto a que son actividades pensadas para grupos de personas reunidas, siempre más que menos. Con todo, están dándole vueltas a ideas para ver cómo pueden ser viables cumpliendo con la seguridad y la normativa sanitaria.