No nos equivocaríamos si dijéramos que la falta de apuesta por políticas que articulan la innovación ha tenido mucho que ver con que sus efectos son visibles en el medio plazo», una situación que el presidente de la Generalitat, Ximo Puig, se compromete a subsanar mediante la creación de la Agencia Valenciana de la Innovación (AVI), que ahora mismo está en trámite parlamentario y que estará operativa «en el próximo 2017».

Puig, en su intervención en el acto inaugural, dibujó el panorama actual de la innovación en la Comunitat, que sitúan a la autonomía entre las «35 regiones europeas que han retrocedido» en este ámbito --es la única española, junto a Murcia--, frente a «las restantes 155 que han experimentado avances». También subrayó que «la renta per cápita de la Comunitat Valenciana es del 82% de la renta media de la UE», mientras que en el gasto en I+D la ratio equivale al «78,9» de la media europea». Y un dato más: «la productividad valenciana no supera el 96% de la media española, que, a su vez, resulta ya notablemente inferior a la europea». «A consecuencia de esto, el salario medio valenciano no consigue los 20.000 euros anuales, mientras que la media española es de 22.600 y la de la eurozona consigue los 29.200 euros».

El president fue tajanteal respecto: «Esta realidad es la que estamos modificando porque es una auténtica losa para nuestro futuro, y su efecto final es la debilidad de la productividad en la Comunitat Valenciana».

AUNAR ESFUERZOS // Desde la Generalitat, a los instrumentos que ya son el Ivace y el IVF, se sumará «en 2017» la creación de la Agencia Valenciana de la Innovación (AVI), con la que se quiere «movilizar las fuerzas del conocimiento que existen en nuestra tierra para conseguir trabajar en proyectos de común interés».

La nueva entidad, que estará liderada por Andrés García Reche, quien también participó en el foro como ponente posteriormente, prestará «especial atención» en las universidades y los organismos de investigación, que absorben el «60%» de la I+D valenciana, para «complementar» los existentes en «las empresas y los institutos tecnológicos».

El reto final es que la política de innovación pase de la «retórica» a la «efectividad». Para ello, como presidente de la Generalitat, se comprometió a «abrir» una «vía valenciana» que consiga que «eliminemos la distancia que se ha abierto en los últimos años entre la renta de los valencianos y la renta media española».

Por el camino está cambiar el modelo productivo y dirigirlo hacia «una economía creadora, no extractora; sostenible; que absorba la desocupación y que además valora el talento». H