Que la costa de Castellón se consolida como uno de los grandes destinos turísticos nacionales lo demuestran los datos que maneja el sector. A pesar de que las economías familiares no están para grandes alegrías y que la crisis ya va por su cuarto año consecutivo, el litoral de la provincia prevé aguantar el tirón y cerrar el mes de julio con una buena ocupación y unos datos muy similares a los del verano pasado.

El Patronato Provincial de Turismo habla en estos momentos de un 70% de reservas en los hoteles de la costa, lo que significa que la ocupación final podría superar al finalizar el mes el 85%. Pero a pesar de que hay gente (mucha) en la playa y en los paseos marítimos, los ingresos de bares, restaurantes y pequeños comercios dejan mucho que desear. “Vamos trabajando, aunque lógicamente la alegría de los turistas no es la misma que hace unos años. Se mira mucho cómo se gasta el dinero. Si antes se tomaban unas tapas y unas cervezas, ahora solo servimos la cerveza”, cuenta el responsable de la cafetería Tandem, en Peñíscola.

En Orpesa ocurre lo mismo. Mucha gente en la calle, pero las terrazas funcionan a medio gas. “No se consume tanto, Nuestra facturación ha caído y este año no prevemos una mejora”, explica la propietaria de una heladería.

Aunque la rentabilidad del sector ya no es lo que era, en los hoteles no se quejan. “Vamos a cerrar la primera quincena de mes con un 85% de ocupación y las perspectivas para la segunda quincena tampoco son malas. Los datos ahí no son fiables, ya que cada vez hay más gente que espera a última hora”, aseguran desde el Gran Hotel Peñíscola.

LLENO POR EL FIB // Donde también constatan que las reservas funcionan a buen ritmo es en Benicàssim. Esta semana está marcada por la celebración del FIB, lo que supone que casi todos los hoteles colgarán el cartel de completo. FIB aparte, en los establecimientos se habla de entre un 70 y un 75% para el mes de julio. “Las cifras son casi un calco de las del 2011. Quizás un poco más flojas, aunque esperamos elevar el porcentaje con la última hora”, dicen desde el Intur Orange.

Marina d’Or habla también de buenas perspectivas y confía el resultado final a una campaña mediática iniciada hace unas semanas. “Ahora mismo están entrando una gran cantidad de reservas todos los días”, insisten.

Quienes tampoco se pueden quejar son los cámpings. En Castellón hay 38 y la mayoría prevé cerrar julio con más de un 80% de ocupación. “Esperamos superar las cifras del 2011 y los datos demuestran que se trata de un sector en auge”, argumenta José María López, presidente de la Asociación de Cámpings de Castellón, adscrita a Ashotur.

Pero, ¿dónde radica la clave del éxito de los cámpings? López, que ostenta también la presidencia de la Federación de la Comunitat Valenciana, describe que los cámpings ahora mismo nada tienen que ver con los de hace unos años. “Este sector se ha transformado radicalmente. Priman los bungalows y las autocaravanas y cada año hay más turistas que eligen esta opción”, sentencia. Otra de las claves está en el precio. El sector tira mano de ofertas constantes y, de media, los precios han caído un 20%.

Otra tendencia achacable a la crisis y que parece consolidarse año tras año es la duración de las estancias de los turistas que van a visitar Castellón en las próximas semanas. “Si antes la media estaba en una semana ahora la estancia no supera los cinco días”, explican en Gran Hotel Peñíscola.

Lo que tampoco cambia es la procedencia de quienes eligen Castellón para veranear. Más del 80% son turistas nacionales. Y los empresarios insisten en que, sin el aeropuerto, será muy difícil que las cifras cambien. H