Pese a que todavía faltan unos días para que finalice el verano, los meses de junio, julio y agosto han sido muy tranquilos en los montes de Castellón en lo que a incendios se refiere, ya que no se han producido fuegos de importancia pese a que son habituales durante esta época del año. Las lluvias y la falta de viento de poniente explican en gran parte esta tendencia.

Son poco más de 100 las hectáreas quemadas en ese periodo, como resultado de 20 incendios forestales -producidos en zonas boscosas- y 136 de vegetación -que afectan sobre todo a cultivos abandonados-. El mes de mayor incidencia fue agosto, cuando se produjeron 66. La provincia encadena de este modo dos años muy positivos en este sentido, ya que en el pasado 2019 las llamas únicamente afectaron a 138 hectáreas.

Como explican desde el Consorcio Provincial de Bomberos, las precipitaciones caídas durante la pasada primavera, más cuantiosas de lo normal en Castellón, provocaron que en la vegetación se acumulara un nivel de humedad suficiente como para actuar de elemento de prevención ante las llamas. Un segundo factor es que, al igual que el año pasado, este verano ha soplado poco viento desde el oeste, «que suele ser el más peligroso para los incendios».

Peores precedentes

La cifra de terreno quemado en Castellón es mínima si se compara con la de años precedentes, sin irse mucho más atrás. En el 2016 ardieron 1.583 hectáreas, en el 2015 fueron 490 y, remontándose al 2012, las llamas devoraron un total de 10.658 en el Alto Palancia durante el peor desastre natural desde el año 1994, y que afectó a los términos de Altura, Teresa, Sacañet, Jérica, Viver y Bejís. En el recuerdo quedan también los siniestros de l’Alcalatén (2007), la Calderona (2004) o Xert (2001).

Ya el primer semestre del 2020 arrojó resultados positivos, puesto que se produjeron 111 incendios en la provincia frente a los 265 del periodo enero-junio del 2019 o los 308 del 2018.

Esto no significa que desde el Consorcio Provincial de Bomberos se haya bajado la guardia. «Pese a todo seguimos insistiendo en tener mucha precaución, porque el verano no ha acabado y mucho menos el riesgo de incendios forestales», indican fuentes de este departamento.

El Plan de Lucha Contra los Incendios Forestales 2020 en Castellón consta de 750 efectivos, 200 vehículos y cinco medios aéreos -tres aviones Air Tractor y dos helicópteros dotados de la Unidad Helitransportada de Bomberos Forestales-, entre efectivos del Consorcio y medios de la Generalitat.

Planes de prevención

A las cifras positivas en cuanto a siniestralidad forestal contribuye también la acción de las administraciones. Es por ello que el pleno del Consell aprobó ayer la firma de un convenio entre la Conselleria de Agricultura y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) para realizara una investigación denominada Bases científicas para incrementar la resiliencia a los incendios en los ecosistemas valencianos. La Conselleria colabora financieramente en este proyecto con una dotación de 30.000 euros.

El objeto de este acuerdo consiste en definir los términos de la colaboración entre el Gobierno valenciano y el CIDE-CSIC para, de este modo, proporcionar una base científica sobre el nivel de resiliencia de los ecosistemas valencianos a los incendios.