El grandioso espectáculo de la Cavalcada de Reis de Vila-real se repitió ayer con un nuevo éxito de participación, tanto de voluntarios que integraron el séquito que acompañó a los Magos de Oriente --alrededor de 500 personas-- como de público que, en los tramos centrales del trayecto, abarrotó las aceras. E, incluso, hubo muchos que desde primera hora de la mañana reservaron un puesto de privilegio colocando cientos de sillas.

La comparsa de la compañía vila-realense Xarxa Teatre que participó en el evento aportó un plus de luz, color, movimiento y música, lo que enriqueció esta tradicional cabalgata, declarada Fiesta de Interés Turístico Provincial y que, con la de ayer, cumple 89 ediciones.

De entre los tres Reyes Magos, el más privilegiado en esta ocasión fue Gaspar, por cuanto estrenó una carroza que emulaba un lujoso carruaje. Por su parte, Melchor y Baltasar aprovecharon para instar a los pequeños y a los mayores a cantar el popular tirorí que, de nuevo, entonaron miles de gargantas.

El desfile acabó en la plaza Major, donde cientos de vila-realenses agasajaron a los Reyes, que fueron recibidos por la corporación municipal encabezada por el alcalde, José Benlloch, y que se dirigieron a los niños desde el balcón del ayuntamiento.