Las intensas lluvias que cayeron el pasado mes de enero han provocado grandes encharcamientos en las zonas de marjal del sur de la provincia de Castellón, así como en el parque natural del Prat de Cabanes-Torreblanca. Esta situación ha llevado a los expertos a controlar de cerca la posible proliferación de larvas en estos espacios, al tratarse de focos donde se reproducen con gran facilidad los molestos mosquitos. A pesar de estar a principios de año, la lucha contra estos insectos ya ha comenzado.

De momento, las temperaturas mínimas se mantienen estables sin acelerar el ciclo vital de los dípteros, pero los controles están en marcha para supervisar de cerca su evolución. «Existe un inicio de actividad, aunque todavía es algo leve, ya que las temperaturas deben aumentar para que la población se dispare», ha explicado el biólogo Rubén Bueno, responsable de los laboratorios Lokímica. Esta compañía realiza los tratamientos en numerosas poblaciones de la provincia.

Los mosquitos que se detectan son de la especie común de esta zona, pues el tigre suele hacer acto de presencia más adelante, con temperaturas elevadas.

en alerta // «Estamos vigilantes, porque la previsión apunta a que el mercurio ascenderá. De momento, podemos asumir los tratamientos de forma terrestre», indicó Bueno, al tiempo que explicó que, si el agua se mantiene encharcada en los humedales, se recurrirá a los vuelos aéreos. Este es el caso de Almenara, la Llosa, Xilxes, Moncofa, Nules o Burriana, además del entorno natural del Prat. «Estos ayuntamientos ya hicieron el año pasado el procedimiento para disponer de la preautorización de la Conselleria para los tratamientos aéreos, aunque tienen que estar totalmente justificados», apuntó Bueno.

«La previsión es que si los seguimientos indican que existe mucha actividad y el nivel del agua no desciende, se procedería a los vuelos, aunque siempre de forma respetuosa con el Medio Ambiente, siguiendo las normas de seguridad, sin sobrevolar zonas urbanas», matizó el experto, quien aclaró que esta técnica siempre es complementaria con las acciones terrestres que se realizan.

antecedentes // Ya hay otras regiones de España, como las Islas Baleares o Cataluña, donde se llevan a cabo este tipo de medidas para atajar las plagas de mosquitos, pensando en la llegada de visitantes a las zonas costeras durante el verano. En la provincia de Castellón, el último de estos vuelos se remonta al verano del 2013, cuando se detectó un importante foco en la playa de Nules, que fue considerado perjudicial para la salud pública. De ahí que se autorizaran estas fumigaciones, que solían realizarse todos los años hasta que la normativa de la Unión Europea (UE) puso cerco a esta práctica.

marzo es clave // Un mensaje de tranquilidad lanza uno de los principales expertos nacionales en plagas, el catedrático del Instituto Cavanilles de Biodiversidad y Biología Evolutiva de la Universitat de València (UV), Ricardo Jiménez, quien insiste en que aún es pronto para que eclosionen las larvas. «El año pasado, sobre el 7 de marzo empezamos a detectar presencia. Si las mínimas empiezan a subir, este ejercicio será similar», subrayó este reconocido entomólogo, quien aconseja en esta materia a la Conselleria de Medio Ambiente y a la Diputación Provincial de Castellón.

En cuanto a los vuelos antimosquitos, Jiménez apuntó a que los ayuntamientos con zonas húmedas tienen los permisos provisionales, pero estos son solo preceptivos en caso de que las inspecciones detecten la presencia masiva de dípteros en zonas donde no pueden acceder los equipos.

MIÉRCOLES

22 DE FEBRERO DEL 2017

2