La alcaldesa de Castellón, Amparo Marco, tiró ayer de cifras en el debate sobre el estado de ciudad para reivindicar su gestión en el Ayuntamiento durante los primeros 15 meses de gobierno. Marco hizo durante su intervención un repaso extenso de este periodo --no exento de autocrítica-- en el que los logros financieros fueron los grandes protagonistas, y en el que también hizo anuncios de futuro, como que el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) saldrá a exposición pública durante el primer semestre del año que viene.

Y es que pese a las “dudas e inseguridades iniciales”, la socialista presumió del trabajo que ha permitido un estado óptimo de las arcas municipales. Puso en valor el superávit de 22,6 millones obtenido en el 2015; el descenso del ratio de endeudamiento municipal --del 80 al 50%-- y de la deuda de la Generalitat con la ciudad, “de 8,8 millones a 1,7”; o la rebaja en el periodo medio de pago a proveedores.

La alcaldesa socialista anunció iniciativas cuya puesta en marcha es inminente, como el nuevo PGOU, en el que la “participación ciudadana será esencial”. También adelantó que una de las primeras decisiones del gobierno municipal en el 2017 será pedir al Ejecutivo central “la revisión de los valores catastrales”; la puesta en marcha de una bolsa de vivienda, la celebración de una auditoria externa del Ayuntamiento y de sus cuentas o la elaboración de un plan estratégico de turismo, entre otras medidas.

También hubo miradas al pasado, con el PP como víctima. “Nos encontramos con los cajones vacíos, sin instrucciones ni clave de página web y faltaban ordenadores y patrimonio municipal”, dijo. “La peor herencia que dejaron es la reputación”, añadió.

réplicas // La segunda intervención de Marco, además de para anunciar nuevas medidas, sirvió para dar réplica a la oposición. De nuevo, el PP centró las críticas de Marco, que respondió a las quejas de los populares por la suciedad de las calles asegurando que el anterior ejecutivo “redujo un 30% la partida de limpieza y no se ocupaba de la periferia, solo del centro urbano”. Asimismo, les acusó de votar en contra durante la pasada legislatura por la ampliación de servicios públicos en el Raval Universitari e hizo referencia a una larga lista de “enchufados” en esa etapa.

La socialista rebajó el tono con Castelló en Moviment, grupo al que pidió que tuviera en cuenta que había reconocido varios fallos, como la no celebración de la auditoría ciudadana o no haber conseguido suficientes viviendas para desahuciados o personas en riesgo de exclusión social. “Es la primera vez que un alcalde hace autocrítica y reconoce errores en este debate”, dijo. H