La Conselleria que dirige Vicent Marzà pidió ayer al Ministerio de Educación la prórroga de la selectividad para dar una salida, al menos este curso, a la «incertidumbre» generada entre el alumnado de 2º de Bachillerato en torno al acceso a la Universidad. Ni los directores de centros de Secundaria ni las universidades saben exactamente qué pasará en junio. Los rectores españoles ya pidieron esta prórroga de la prueba de acceso antes del verano y el Ministerio lo denegó.

Los directores generales de Universidades de las autonomías, reunidos esta semana en Valladolid, apuntaron que, en vista de que la implantación de la evaluación final de Bachillerato tendrá lugar con el curso ya avanzado, es preferible prorrogar el actual sistema de prueba de acceso a la universidad. Prórroga que, a su juicio, debería mantenerse al menos un curso. También pidieron que la evaluación final de Bachillerato se asemeje lo máximo posible a la actual selectividad. La directora general de Universidades, Josefina Bueno, reconoce que la situación es «insostenible».

El presidente de la asociación de directores de Castellón Josep Martí, explica que, de momento, los centros están siguiendo la orden que salió publicada en el BOE a finales de julio que establece el nuevo currículo de 2º de Bachillerato, aunque reconoce que lo que se ha publicado relativo a la reválida es «bien poco o casi nada». Un examen que, en principio, este curso no tendría efectos académicos (es decir no sería necesaria para obtener el título de 4º de ESO ni de 2º de Bachiller). La mayoría del Congreso aprobó esta semana retirar las pruebas, si bien el ministro de Educación en funciones las respalda.

El Ministerio señala que los detalles de la evaluación final vendrán desarrollados en la orden ministerial que aprobará el Gobierno antes del 30 de noviembre. El presidente de los rectores, Segundo Píriz, apuntó esta semana que «habrá que esperar al borrador de orden que prepara Educación», aunque destacaba la necesidad de una prueba común a todas las universidades para que cada una no tenga que hacer su propia prueba e incluso de la posibilidad de la ponderación de determinadas asignaturas en la evaluación final de Bachillerato.

Según fuentes de la UJI, «en principio el Ministerio acordó que habría una especie de prueba general de acceso en las universidades y los rectores acordaron que tal prueba sería común. La selectividad no está, pero habría una prueba común por definir».

Universidades, Ministerio y comunidades autónomas deberían ponerse de acuerdo para concretarlo. «Aún es pronto; estamos en octubre y la prueba es en junio. Se prevé que va a haber una prueba no muy diferente del selectivo, pero está por definir y todo pendiente de la conformación del Gobierno, porque el Ministerio está en funciones», señalan desde la Universitat Jaume I. El CEU asegura que respetará los criterios fijados por la conferencia de rectores (CRUE) para el acceso a las universidades. H