Operadores y clientes de PortCastelló tienen claro que la mejora de la conectividad que implicarán la conexión ferroviaria por el sur y la estación intermodal --todavía por llegar-- ayudará a reducir costes y mejorar la competitividad de las firmas asentadas en el área --para las que piden atención--, un conjunto de consecuencias que, a su vez, servirá para atraer a nuevas empresas.

Son algunas de las muchas conclusiones que reveló ayer la mesa redonda La visión de operadores y empresas clientes en el marco de la VIII Jornada Empresarial.

PortCastelló Mediterráneo, moderada por el director de este diario, José Luis Valencia, quien planteó diversas cuestiones a los participantes, todos ellos representantes de primer nivel del tejido empresarial. Fueron Vicente Boluda, presidente de la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE) y de Boluda Corporación Marítima; Javier Herrera, director general de Portsur; Víctor Muñoz, director general de APM Terminals Castellón; José Luis García, director general de la refinería de BP y presidente de la Asociación de Industrias del Serrallo (Indes); y Juan Francisco Ramos, vicepresidente de la patronal cerámica Ascer y director económico y financiero de Porcelanosa.

En relación con la relevancia de la esperada conexión sur del puerto por ferrocarril, combinada con la no menos solicitada estación intermodal para hacer ganar competitividad a las empresas del Serrallo, José Luis García destacó que se podrían «ganar costes logísticos y más competitividad», sobre todo, con los cambios que se producirían para las 400.000 toneladas que mueven por carretera hacia el mercado nacional en cada ejercicio.

Todos valoraron, aunque de modo diferente, «si la mejora potente de la conectividad será o no un elemento importante para atraer a más empresas e industria», cuestión que puso sobre la mesa José Luis Valencia.

Vicente Boluda, quien aseguró que las empresas de su organización han vuelto a PortCastelló porque «la carga ha vuelto a subir», y aseveró que «Castellón siempre ha sido muy importante» para ellas, señaló que «las firmas «ya están aquí porque Castellón tiene un gran tejido industrial». Puntualizó que «si no hay infraestructuras correctas, no vendrán más», para matizar que «no hay olvidar a las que están aquí, hay que cuidarlas» aseveró.

En una línea similar se pronunció José Luis García, quien dijo que «lo primero es ganar en competitividad los que estamos aquí, y las infraestructuras harán de imán para las empresa que traigan su propia actividad o bien de servicios» para las asentadas.

Por su parte, Ramos dijo que «las que presten servicio aquí harán más y el entorno lo notará», mientras que Herrera apostó por un mensaje «optimista» al indicar que «Castellón tiene los requisitos y el calado», y apelar a la recuperación económica en marcha, pero avisó de que «las oportunidades no estarán sin el ferrocarril». Víctor Muñoz resumió con su apreciación de que «a mayor conectividad, más posibilidades» de atraer más actividad.

Los corredores // Si todos coincidieron en la necesidad de que el corredor mediterráneo llegue lo antes posible y lo haga con doble plataforma, también indicaron la importancia estratégica de mejorar la conexión ferroviaria con el Cantábrico.

En este punto, y a la hora de medir cuál de los dos es el más importante para Castellón se desgranaron argumentos para defender ambos, en función de los mercados objetivo para cada tipo de producto. Muñoz alertó de la trascendencia de Cartagena y de la conexión entre València y Tarragona, mientras que Javier Herrera dijo que «para la empresa de graneles sólidos, el corredor cantábrico tiene muchos puntos de interés, lo lógico es que pensemos en el tren para llegar a zonas de interior». Desde Porcelanosa, Juan Francisco Ramos apuntó también el valor de las dos vías, así como estimó el potencial para el sector cerámico --que espera crecer en Europa--, no solo para exportar, sino para importar.

Sobre las promesas del ministro, coincidieron en estimar positiva la actitud, pero dijeron que fiscalizarán si cumple.