La afiliación a la Seguridad Social crece a un ritmo muy alto en Castellón y en Castellón todavía más. Si en conjunto nacional el crecimiento es del 3,6% en el último año, en la provincia el porcentaje asciende al 4,6%. Pero el dato se queda corto cuando se mide su evolución entre la población extranjera: el pasado mes de julio cotizaban e Castellón 29.551 foráneos, un 8,2% más que en el mismo mes del ejercicio anterior.

La mejora del empleo llega por fin para un colectivo que sufrió como pocos el hundimiento laboral. El paro les afectó especialmente (muchos trabajaban en el sector de la construcción, el más afectado por la crisis) y miles de ellos se quedaron sin empleo. Ahora, con la recuperación, también se benefician de la creación de empleo, aunque desde los sindicatos aseguran que, de media, los inmigrantes suelen percibir salarios más bajos y tienen empleos más temporales.

Que en Castellón la cifra de inmigrantes que cotizan a la Seguridad Social supere ya los 29.500 personas hay que achacarlo fundamentalmente al auge emprendedor. La cifra de autónomos no deja de crecer y en el caso de los extranjeros la tendencia aún es superior. Un ejemplo basta para entenderlo. En julio del 2016 se contabilizaban en Castellón 4.011 trabajadores inmigrantes por cuenta propia. Un año más tarde la cifra asciende a 4.212, según datos del Ministerio de Empleo. Por sectores, hostelería y negocios vinculados con el turismo, junto con actividades del comercio están tirando del empleo.

MÁS EMPRENDEDORES // Los extranjeros que viven en Castellón vuelven a emprender, pero los autónomos no son los únicos que crecen. Las empresas de la provincia demandan cada vez más trabajadores y los inmigrantes también se benefician de ese importante alza en el empleo. Tanto que el número de asalariados foráneos que en la provincia cotizan en el régimen general supera los 20.500. Dentro de este régimen, destacan las 2.469 mujeres extranjeras que trabajan como empleadas domésticas.

Del total de trabajadores extranjeros no comunitarios que cotizan en el sistema, los grupos más numerosos son aquellos que proceden de Rumanía, Marruecos o China, a los que siguen ciudadanos del Reino Unido, Bulgaria, Colombia o Bolivia, entre otras nacionalidades. Sin embargo, hay más trabajadores comunitarios (algo más del 60%) que aquellos procedentes de países de fuera de la UE y cuyo porcentaje ronda el 37,5%.