El mercado o la vida. Cualquier viajero sabe que la mejor forma de conocer una ciudad es caminando por sus mercados. Comprando en sus paradas, mezclándose con su gente. Así ocurre en ciudades como Madrid, Barcelona o Valencia. Pero en la mayoría de los municipios de Castellón, esa narración se diluye. Salvo alguna excepción (el mercado central de la capital es uno de los pocos que aguanta, con 3.500 visitas al día) estos recintos municipales no pasan por su mejor momento. La crisis ha influido y también la competencia vía precios y horarios de las grandes superficies. Cuesta llenarlos, atraer a nuevos clientes y las paradas vacías se cuentan por decenas.

Se mire por donde se mire, la situación de los mercados municipales no es nada boyante. Y ahí van unos ejemplos: Almassora cuenta con 11 paradas, de las que 5 están vacías. En Onda, con 43 puestos, las vacantes suman 9, y en Vinaròs quedan 8 puestos por cubrir de un total de 30. En la capital solo se salva el Mercado Central. El de Sant Pere del Grao agoniza y de los 10 puestos solo uno permanece abierto. Nadie más vende en un edificio municipal que ni siquiera ha cumplido los cinco años de vida.

Los ayuntamientos de la provincia conocen los datos y la mayoría está dispuesto a salir al rescate de sus mercados, aunque recuperar la esencia histórica de esos lugares y adaptarla a los nuevos tiempos parece complicado. “La realidad es que a la juventud le cuesta entrar en los mercados municipales y es ahí donde tenemos que intervenir los ayuntamientos. Hay que trabajar y poner sobre la mesa iniciativas para darle la vuelta a la situación”, apunta Domènec Fontanet, concejal de Comercio de Vinaròs.

Cada municipio libra su propia batalla para rescatar a los mercados. En Vinaròs han apostado por una estrategia que se asemeja mucho a la que utilizan las grande superficies. Se trata de aplicar descuentos en productos como carnes, pescados, frutas y verduras. “Cada semana uno de los cuatro sectores del recinto ofrece a sus clientes descuentos del 20%. Es una estrategia novedosa, que hemos iniciado este mismo mes de marzo, y que de momento funciona bien”, describe el edil de Comercio. Además, se pondrá en marcha un espacio gastronómico y una vez al mes las paradas ofrecerán una tapa por 1,50 euros.

Almassora también tiene en mente una revolución en su mercado y el eje va a ser la gastronomía. La intención del Ayuntamiento (el proyecto todavía no está cerrado y se busca el consenso con los comerciantes) es agrupar los puestos existentes en la planta baja y crear una zona, más próxima al acceso de la plaza de España, destinada a la degustación, venta de alimentos delicatessen, espacio gourmet y restauración. “Lo que está claro es que hay que adaptar este espacio comercial a los nuevos tiempos, en un momento además en que la oferta gastronómica es un referente de primer nivel”, dice Santiago Agustí, edil de Comercio.

uN NEOMERCADO EN BURRIANA // Donde han entendido bien que hay que renovarse es en Burriana. Allí hay gente que va a comprar, pero también la hay que va a comer. O a cenar. “No nos ha quedado otra que reinventarnos. En Burriana hemos podido darle la vuelta a la situación y varias paradas hemos apostado por la gastronomía. Vendemos productos frescos y también los cocinamos para que el público pueda comerlos en el propio recinto”, explica Vicente Llopis, presidente de los vendedores del mercado central. El resultado es un recinto que funciona y que ha logrado atraer al público más joven, sobre todo los fines de semana. “No podemos permitir que recintos emblemáticos, que se encuentran en una posición privilegiada, acaben desapareciendo. Hay que reinventarse, adaptarse a las necesidades y horarios de la gente, y quien no lo haga está condenado al fracaso”, sentencia el empresario.

Burriana ha encontrado una fórmula que funciona y Onda la está buscando. El Ayuntamiento ha firmado un convenio con la Cámara de Comercio de Castellón para elaborar un plan de dinamización. “El objetivo es que Onda se posicione como capital comercial comarcal y nuestro comercio mejore en todos los aspectos, apostando por una modernización y profesionalización del sector, que atraiga a más visitantes a la ciudad”, argumenta Ángel Badenas, teniente de alcalde de Dinamización Económica. H